LOCARNO 2024 Cineasti del Presente
Adele Tulli • Directora de Real
"Lo que me interesa es entender qué es lo que pasa en nuestras vidas"
por Muriel Del Don
- La directora italiana habla sobre la génesis de su película, pero también sobre la relación, a la vez catártica y perversa, que nuestra sociedad tiene con las nuevas tecnologías

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entrevista: Adele Tulli
ficha de la película], el segundo largometraje de la directora italiana Adele Tulli, habla de nuestra vida cotidiana hiperconectada, pero también de las inesperadas posibilidades que ofrece el mundo digital en términos de fluidez de género. Presentada en la competición Cineasti del Presente del Festival de Locarno, la película nos enfrenta a nuestras propias adicciones y miedos.
Cineuropa: ¿Cómo surgió la idea de la película y qué investigación llevaste a cabo antes de empezar a rodar?
Adele Tulli: En realidad, mi interés por el tema de las nuevas tecnologías nació hace años. Al final del proceso de montaje, descubrí que se considera que la fecha de nacimiento de Internet es 1983. Me resulta curioso pensar que, desde cierto punto de vista, al haber nacido en 1982, he podido ser testigo de todas las evoluciones relacionadas con estas tecnologías y de su presencia cada vez mayor en nuestra vida cotidiana. Ha supuesto una gran revolución que ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con los demás. Siempre me han fascinado estos cambios. Posteriormente, con la pandemia, todo adquirió proporciones inimaginables. La digitalización de nuestras vidas alcanzó niveles insospechados. En Italia, el confinamiento fue muy duro. Tuvimos la sensación de estar encerrados en nuestros propios cuerpos, aislados dentro de nuestras casas durante meses, con la pantalla como única puerta de salida hacia el exterior. En ese momento, algo cambió, porque durante las innumerables reuniones virtuales, la imagen de nosotros mismos siempre estaba presente, como si nos miráramos perpetuamente en un espejo. Esta sensación de estar constantemente frente a nuestra propia imagen, la pantalla o el espejo como umbral del mundo, me inquietaba y fascinaba. Estaba ocurriendo algo importante y sentí el deseo de escribir las primeras páginas de este proyecto. Investigamos mucho, consultamos a académicos, expertos y filósofos, y exploramos los mundos y comunidades relacionados con la realidad virtual. Aunque las nuevas tecnologías están en el centro de la narración, la película se centra principalmente en los seres humanos, en la ecología, porque lo que me interesa es comprender lo que está pasando en nuestras vidas.
En tu película, el concepto de realidad se deconstruye a través del medio cinematográfico. En tu opinión, ¿qué ofrece el cine frente a otras formas de expresión artística para hablar de la sociedad en la que vivimos?
Empecé a trabajar sin haber estudiado cine. Mi formación estaba más relacionada con la investigación. Mi anterior película, Normal [+lee también:
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ficha de la película], ya era un ensayo cinematográfico. En mis películas nunca hay una narrativa lineal. Lo que me interesa no es contar una historia, sino utilizar el medio cinematográfico para explorar ideas. A diferencia de un análisis crítico de tipo académico, por ejemplo, el cine me permite expresar mis ideas a través de sugerencias e imágenes. Me gusta que el cine me permita explorar el mundo de una forma poética, mediante asociaciones y evocaciones visuales.
En tus trabajos anteriores, a menudo observas el mundo con una mirada feminista y queer. ¿De dónde procede este interés por las narrativas alternativas, oblicuas y antinormativas?
El chat de realidad virtual es un entorno que desconocía, una plataforma dentro de la realidad virtual donde se pueden crear mundos verdaderamente queer. Allí se pueden construir espacios sin límites, totalmente inclusivos, donde los géneros no existen y donde las personas, a través de sus avatares, pueden ser lo que sienten que realmente son. Esta apertura mental, esta posibilidad de elegir libremente la propia identidad de género es, para las personas que he conocido, no solo liberadora, sino también curativa.
En tu película, las tecnologías digitales son al mismo tiempo un espacio libre y peligrosas prisiones de las que es difícil escapar. ¿Cuál es tu punto de vista al respecto? ¿Aún hay esperanza?
La película ha sido un viaje de descubrimiento. Por un lado, está ese aspecto tan liberador relacionado con la realidad virtual: una evasión de la realidad que, sin embargo, permite retomar el control de la propia vida y ofrece una sensación de empoderamiento. Por otro lado, encontramos la clínica de desintoxicación de las tecnologías digitales. Aunque las nuevas tecnologías tienen un potencial curativo, también muestran su dimensión patológica. La tecnología es simplemente una herramienta que nunca es, en sí misma, positiva o negativa; todo depende del uso que cada persona haga de ella, y esto dice mucho de la sociedad en su conjunto. El problema no es la tecnología en sí, sino el rumbo que ha tomado nuestra sociedad: este turbo-capitalismo que no respeta al planeta ni a las personas. Estamos en una época que parece galopar hacia el apocalipsis.
(Traducción del italiano)
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