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Bélgica / Francia

Michiel Blanchart • Director de La Nuit se traine

“A pesar de que Mady representa perfectamente nuestra historia y nuestra época, no se han hecho muchas películas sobre él"

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- Entrevista con el joven director belga con motivo del estreno en Francia y Bélgica de su primer largometraje, un thriller nocturno y urbano

Michiel Blanchart • Director de La Nuit se traine

A pesar de que su primer largometraje ni siquiera se ha estrenado todavía, el cineasta Michiel Blanchart ya tiene un agente en Estados Unidos y un contrato con la productora de Sam Raimi, que actualmente trabaja en la adaptación en inglés y en el formato del largometraje de su último cortometraje, T’es morte Hélène, que le valió tanto el premio al mejor cortometraje en el Festival de Gérardmer de 2021 como la nominación a los Óscar. Con La Nuit se traîne [+lee también:
crítica
entrevista: Michiel Blanchart
ficha de la película
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, que se estrena el 28 de agosto en Francia a través de Gaumont y el 4 de septiembre en Bélgica de la mano de Lumière, el director nos brinda con habilidad y sinceridad un thriller urbano y nocturno que, a su vez, está firmemente arraigado en su tiempo.

Cineuropa: ¿Cómo describirías la película en pocas palabras?
Michiel Blanchart:
Diría que es un thriller social que, en un abrir y cerrar de ojos, muda la piel y se transforma en una película de acción. Es una película popular y de puro entretenimiento que, al mismo tiempo, refleja el mundo en el que vivimos.

¿Cómo nació el proyecto?
Después de mi corto T’es morte Hélène, tenía en mente múltiples proyectos para largometrajes, pero todos parecían demasiado ambiciosos. En una conversación con uno de mis productores, me dijo: “¿Por qué no nos escribes rápidamente una película impactante que podamos rodar en Bruselas sin demasiados recursos?” Siempre había soñado con que mi primer largometraje girara en torno a un concepto bastante sencillo. Y así nació: un personaje, una ciudad y una noche. Enseguida se me ocurrió la idea del cerrajero, que abre muchas puertas a muchos mundos, lo cual constituía un terreno muy fértil para el cine que quería hacer. Luego, en 2020, estallaron las manifestaciones de Black Lives Matter en todo el mundo y, en Bélgica, como en otros lugares, el tema de la violencia policial está rodeado de mucha polémica... Se trata de un problema social candente que me conmueve y me enfurece por partes iguales.

A medida que avanzaba en el desarrollo del guion, la película se volvía cada vez más ambiciosa, pero tuvimos la suerte de conseguir apoyo con bastante rapidez. Y entonces todo se cristalizó alrededor del personaje de Mady. En las películas, cuando un personaje común y corriente se ve envuelto en este tipo de aventuras, siempre nos preguntamos por qué no acude a la policía directamente. Esta pregunta cobra una resonancia muy fuerte cuando se aplica a un joven negro. Su reticencia a llamar a la policía resulta totalmente comprensible, y su miedo no puede ser más legítimo. No cabe duda de por qué intenta salir de la situación por sí mismo, lo cual da lugar a una serie de conflictos y giros que, en mi opinión, tocan temas importantes. A pesar de que Mady representa perfectamente nuestra historia y nuestra época, no se han hecho muchas películas sobre él.

Es el antihéroe por excelencia, ya que se ve obligado a asumir un papel que le viene demasiado grande.
Sí, un antihéroe, pero no en el sentido de que sus valores no sean justos o correctos, sino porque es alguien dulce, sensible, honesto, que no busca llamar la atención en absoluto. En un mundo injusto, tras pasar por múltiples pruebas terribles, descubre en sí mismo la fuerza para hacer lo que considera correcto, con todos los riesgos que ello conlleva en incluso aunque implique tener que pagar los platos rotos.

En el contexto actual, caracterizado por el auge de la extrema derecha en casi toda Europa, en el que el racismo cotidiano se expresa cada vez con menos tapujos y la violencia policial no hace más que multiplicarse, idear un héroe así era imprescindible. Pero con un toque de romanticismo al final, Mady es la encarnación de la esperanza humanista, el hombre que ayuda a sus semejantes a pesar de las diferencias y las injusticias.

La trayectoria de Mady se caracteriza por la acción, las escenas espectaculares e incluso algunas persecuciones. ¿En qué te inspiraste para crear estas aventuras?
Llevo viviendo en Bruselas diez años, y quería divertirme en mi ciudad, apropiarme de ella a través de los códigos del tipo de cine que tanto me fascina. En las películas de acción que me gustan, cada escena tiene un propósito narrativo para hacer avanzar la historia y desarrollar al personaje. En cada escena, Mady se enfrenta a decisiones de distinta índole. Esas elecciones muestran la magnitud de sus recursos y la capacidad que tiene para hacer uso de sus habilidades. Aunque no es un héroe de acción, siempre se las arregla para salir bien parado. Al mismo tiempo, se ve obligado a hacer frente a varios dilemas morales. Por eso concibo las escenas de acción como escenas dramáticas. A menudo son muy intensas, muy emocionales y muy exigente para los actores. Quería escenas de acción muy cuidadas, en las que jugáramos con la geografía de la ciudad, pero también quería que empatizáramos con los dos personajes que se enfrentan, que comprendiéramos las motivaciones de cada uno y, en definitiva, que se tuvieran en cuenta sus emociones.

(Traducción del francés)

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