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VENECIA 2024 Semana Internacional de la Crítica

Milad Tangshir • Director de Anywhere Anytime

"No haría un remake sin más de una obra maestra atemporal, no estoy loco"

por 

- VENECIA 2024: El director explica cómo una bicicleta normal puede, para algunas personas, suponer la diferencia entre sobrevivir y no hacerlo

Milad Tangshir • Director de Anywhere Anytime
(© Isabeau de Gennaro/Cineuropa)

Issa (Moussa Dicko Diango) consigue por fin un trabajo en Turín como repartidor de comida. Las cosas empiezan a ir bien cuando ocurre un desastre: alguien le roba la bicicleta. Al igual que un padre desesperado en cierto clásico de 1948, su supervivencia depende de ella. El protagonista recorre las calles de esta ciudad que no le quiere, buscándola desesperadamente. El director iraní afincado en Italia Milad Tangshir nos habla de su obra Anywhere Anytime [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Milad Tangshir
ficha de la película
]
, presentada en la Semana Internacional de la Crítica de Venecia.

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Cineuropa: Empecemos por lo obvio: ¿siempre tuviste la intención de jugar con la trama de Ladrón de bicicletas en un escenario diferente para que pareciera una continuación natural?
Milad Tangshir: En 2018, me acerqué al mundo de los riders, las personas que reparten comida con bicicletas. La mayoría eran inmigrantes sin papeles. Me di cuenta de que la situación sigue siendo la misma. Para algunas personas, una simple bicicleta puede marcar la diferencia entre sobrevivir o no. Además, era una forma de captar la atención del público occidental y encontrar la manera de reflexionar sobre el presente.

Es valiente enfrentarse a un clásico así.
Una cosa que expliqué a todo el mundo desde el principio, y espero que la película lo refleje, es que no quería hacer un remake sin más de una obra maestra atemporal. No estoy loco. Era consciente de las comparaciones, pero quería dejar claro qué tipo de “operación” tenía entre manos. Te hace pensar en toda esa gente después de la guerra y en los que hoy en día siguen representando ese legado.

El Neorrealismo mostraba mucho afecto por sus desdichados protagonistas. Tú haces lo mismo, buscando momentos más amables.
Aquellas películas solían explorar el alma humana de una forma completamente diferente, a través de la llamada gente “corriente”. Además, nunca iba a tratar simplemente sobre la búsqueda de la bicicleta. Quería entrar en casa de un italiano para mantener una interacción humana normal. Son solo dos personas hablando. Tenía que detener su búsqueda por un minuto, dejar de mostrar la brutalidad de nuestra sociedad y disfrutar ese momento de bondad.

Las películas modestas que tratan de reflejar la realidad prescinden a menudo de banda sonora. La tuya es sorprendente en ese sentido: las bonitas melodías de jazz hacen que todo parezca bastante agradable.
Me alegra que lo menciones porque yo vengo del mundo de la música y eso fue lo primero que se me ocurrió allá por 2018. Escribí la película e investigué mientras escuchaba esa música. Es jazz afrocubano de finales de los 60 y los 70, cuando la independencia de las naciones africanas empezaba a tomar forma y estas establecían una nueva identidad. Esta música suena familiar para un oído occidental, pero hay muchos elementos ocultos. Quería eliminar esa atmósfera de familiaridad, esa sensación de conocer toda la historia.

No es un papel fácil, porque Issa no habla demasiado y se lo guarda todo. ¿Por qué decidiste trabajar con actores no profesionales?
Casi todos los papeles principales en la película están interpretados por actores no profesionales. Fui a muchas residencias y asociaciones que trabajan con inmigrantes. Lo hice durante más de un año, tratando de dar sentido a esos momentos. Sus experiencias también me enriquecieron. Sabía que no buscaba al actor adecuado, sino a la persona adecuada. Moussa tartamudea, así que siempre va un paso por detrás en la conversación. Abandonó Senegal hace mucho tiempo, y quería incorporar su trayectoria personal en la película. Estaba abierto a lo que él quisiera hacer. Toda la película descansa sobre sus hombros.

¿Es más difícil hablar de refugiados en Italia hoy en día? ¿Hay alguien dispuesto a escuchar?
Contaba con mi punto de vista como un extranjero más en este país, con la esperanza de que me permitiera evitar los tópicos. Desde luego, no quería que pareciera una víctima. ¡No lo es! Es otro ser humano, con toda su oscuridad y su luz. No es algo realmente nuevo, pero en el cine italiano quizás sí. Yo no tuve que pasar por lo que él está pasando, pero conozco esa sensación constante de ansiedad, y para mí ese era el núcleo de la historia. No se trata de sentir lástima por nadie; se trata de dignidad.

(Traducción del inglés)

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