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VENECIA 2024 Fuera de competición

Olha Zhurba • Directora de Songs of Slow Burning Earth

"La guerra ya es parte de nuestras vidas cotidianas, y, como artistas, no podemos hacer nada más que retratarla"

por 

- VENECIA 2024: La documentalista ucraniana habla sobre cómo retrata los efectos a largo plazo de la guerra contra Rusia en su pueblo

Olha Zhurba • Directora de Songs of Slow Burning Earth
(© G. Zucchiatti/La Biennale di Venezia/Foto ASAC)

Ya han pasado más de dos años desde el inicio de una guerra que todavía no ha dado tregua, pero ¿cómo cambian las personas ante tantas amenazas y explosiones, ante tanta muerte y destrucción? En Songs of Slow Burning Earth [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Olha Zhurba
ficha de la película
]
, que ha sido proyectada fuera de competición en Venecia, la directora ucraniana Olha Zhurba se marca el propósito de retratar su país, desde la línea del frente hasta la otra frontera.

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Cineuropa: Estamos en 2024; por lo que podemos afirmar que la guerra lleva ya bastante tiempo estando presente en nuestras vidas. ¿Dirías que se sigue hablando del tema lo suficiente o que nos hemos acostumbrado a la situación, como tus personajes?
Olha Zhurba:
Hay muchas películas sobre la guerra, y la industria cinematográfica se ha vuelto muy cínica ante la idea de que se estrene otra más. Sin embargo, deben entender que esta realidad ha venido a nuestras vidas para quedarse. La guerra ya es parte de nuestro día a día, y nosotros, como artistas, no podemos hacer otra cosa que retratarla.

Entiendo que nos hemos acostumbrado a la guerra, entonces.
Me gustaría que Europa Occidental entendiera que lo que estamos haciendo es mantener la paz en la vida de los europeos. Tenemos nuestros propios recursos, pero necesitamos apoyo, y especialmente apoyo militar. Esta es la primera guerra en la que el mundo ha aceptado a Ucrania como un país independiente, como parte de Europa. La Federación Rusa tiene un plan de guerra a largo plazo. Ya es una realidad que, aunque Putin muera, la guerra no terminará, porque esta maquinaria enfocada en la militarización de las generaciones jóvenes no tiene límites.

La película pone de manifiesto una fuerte división generacional. Por un lado, muestra a personas mayores que quedan traumatizadas al verse obligadas a abandonar sus hogares, y por otro lado, retrata la realidad de los niños, para quienes todo esto se convierte en un juego.
Tuve que dividirlo entre los niños que están más cerca de la línea del frente —o en áreas ocupadas y liberadas— y los niños que viven lejos de allí. La experiencia de unos no tiene nada que ver con la de los otros. Fui a escuelas en distintas regiones y hablé con adolescentes. ¿Se están preparando para la guerra? Ya sabía mucho sobre este proceso de militarización en la Federación Rusa, y esperaba encontrarme con lo mismo en las escuelas ucranianas, pero lo que vi me sorprendió mucho. Todos los niños hablaban sobre la educación superior y los trabajos que querían elegir más adelante. Hablaban sobre cómo terminaría la guerra, pero el mundo en el que viven no les da elección. Tal vez la guerra se detenga, pero sé que luego volverá a comenzar.

La película se mueve entre dos áreas: un lugar a 18 kilómetros del frente y otro a más de 1.000 kilómetros de distancia. ¿Cómo describirías la experiencia de estar tan cerca de la línea del frente?
El lugar más peligroso en el que rodamos fue la fábrica de pan en Mykolaiv. Fue antes de la liberación de las regiones de Jersón y Mykolaiv. La artillería es impredecible. En otras escenas cerca del frente, íbamos, grabábamos y volvíamos. Pero en Mykolaiv, nos quedamos dos o tres semanas. Una noche, estábamos filmando el turno nocturno en la fábrica de pan cuando, de repente, escuchamos explosiones. Cuando regresamos a nuestro alojamiento, había una granada explotada en nuestro patio, justo donde normalmente aparcábamos el coche. También dábamos de comer a perros y gatos abandonados en los pueblos destruidos. Una vez, cuando llevaba comida a la valla, me encontré de repente junto a una granada sin explotar.

¿Hubo algo que no quisieras incluir en la película?
Tengo un tabú, y es que creo que no tenemos derecho a filmar cadáveres. Es una cuestión de dignidad, porque sigue siendo un ser humano. Yo, por ejemplo, no quiero que nadie filme mi cuerpo si muero así.

(Traducción del inglés)

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