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SAN SEBASTIAN 2024 New Directors

Akaki Popkhadze • Director de Brûle le sang

"El cine es mi forma de decirle a la gente que la quiero"

por 

- El director nacido en Georgia y afincado en Francia habla sobre su debut, un thriller criminal, y sus toques de ternura

Akaki Popkhadze • Director de Brûle le sang
(© Dario Caruso/Cineuropa)

Tras el estreno de su primer largometraje, Brûle le sang [+lee también:
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entrevista: Akaki Popkhadze
ficha de la película
]
, en la sección New Directors de San Sebastián, el director georgiano Akaki Popkhadze se ha sentado a hablar con nosotros sobre el rodaje en su ciudad de adopción, Niza, así como sobre la coexistencia de la violencia y la religión y la expresión del amor a través del cine.

Cineuropa: Al principio de la película, los padres se dirigen a Tristan en georgiano, pero él responde en francés. ¿Querías expresar la experiencia de pertenecer a dos lugares distintos a través de esta decisión de presentar a los tres personajes haciendo uso de lenguas diferentes?
Akaki Popkhadze: Al principio, quería que los dos actores que encarnan a los hermanos fueran georgianos, puesto que tenía la intención de transmitir cierta autenticidad. De hecho, los padres están interpretados por actores georgianos. Pero todas las familias de mi entorno son como en la película, están divididas en dos generaciones, entre georgianos y franceses, así que esto me sirvió para ser más realista en la puesta en escena.

¿Dirías que Niza, la ciudad que has elegido para el rodaje de la película, es tu hogar?
Sí, y el hecho de estar en mi ciudad facilitó el rodaje. Vivo allí desde hace 20 años, así que conozco todos los rincones, e incluso a muchas de las personas que pasaban por allí mientras rodábamos. Los extras, chicos y mujeres, son solo gente que conozco, y todos se conocen entre ellos. Era como rodar en familia. Incluso la mitad del equipo estaba formado por gente de la escuela de cine con la que ya había trabajado. Creo que, para un debut, no hay nada mejor que rodar con gente que conoces y en el lugar que conoces.

¿Cómo de móvil era la cámara? ¿Cómo de física fue la experiencia de rodar?
Lo que teníamos claro era que el rodaje tenía que transmitir una sensación física, con la cámara moviéndose todo el tiempo. Queríamos cercanía. Fue una experiencia física sobre todo para Justin [Vaudaux], el director de fotografía, porque fue él quien llevaba la cámara en todo momento, no yo. Y lo cierto es que no le resultó nada fácil tener que correr constantemente y moverse físicamente de un punto de vista a otro dentro del espacio definido.

¿Qué nos puedes decir del distorsionador estilo visual que lográis a través del objetivo gran angular?
El objetivo es en realidad muy gran angular, ya que permite a los espectadores acercarse mucho a los personajes. Quería teletransportar al público a Niza, con los protagonistas. Pero se trata de un estilo muy intrusivo para los actores, ya que tener un objetivo tan grande en la cara te obliga a actuar de una forma a la que no estás acostumbrado.

¿Podrías darnos más detalles acerca de la devoción de Tristan por la religión y de tu relación con ella?
La religión es una parte muy importante de mi vida. Como sabes, la mayoría de los georgianos son ortodoxos y van a la iglesia todos los domingos, como yo. Cuando me hice un poco más mayor, me entraron algunas dudas, de modo que decidí abandonar el camino religioso que estaba siguiendo para entregarme al cine. En esta película, dividí partes de mí mismo en tres vectores —familia, religión y violencia— entre los dos hermanos y la madre. Fue como dividirme en tres líneas diferentes que a veces se encuentran y a veces se separan. Se trata de conflictos del día a día, y yo también tengo un conflicto así dentro de mí, así que traté de reflejarlo en la pantalla. ¿Qué significa ser religioso y violento al mismo tiempo? El problema es que las personas, los personajes y yo, tenemos ciertas dificultades a la hora de comunicarnos. Esa es precisamente la razón por la que los personajes de mi película no son tan expresivos, un poco como los modelos de Bresson, ¿sabes?

¿En qué medida crees que esto tiene que ver con la masculinidad?
Puede que la película trate más de la masculinidad tóxica que de la verdadera masculinidad, pero ¿quién sabe realmente lo que es la masculinidad? Yo no lo sé. Crecí en un entorno muy masculino y no sabía mucho francés, así que no tenía muchos amigos. Solo tenía modelos masculinos a los que admirar: el cura, mis amigos del colegio y la gente con la que entrenaba en judo. La única figura femenina que formaba parte de mi vida era mi madre, como en la película.

Hay una de las escenas que resulta particularmente conmovedora, y no es otra que esa en la que los dos hermanos se sientan uno al lado del otro y, tras permanecer en silencio durante mucho tiempo, uno de ellos dice: “Sentía como si no tuviera un hermano”. Esta frase resulta especialmente significativa porque nos abre las puertas de su mundo privado.
Yo también tengo un hermano pequeño, y tenemos una relación bastante difícil, así que podemos decir que esta fue mi declaración de amor hacia él. Por alguna razón, no me veo capaz de decirle: “Oye, hermano, te quiero”. Es algo que, aunque parece muy fácil, no consigo decir en voz alta. Así que es en la película donde lo digo, a través de los personajes.

A mí también me pasa algo parecido, ya que mi forma de decirle “te quiero” a mi madre es a través de recomendaciones de películas.
Exacto. Para mí, el cine es una forma de decirle a la gente que la quieres.

(Traducción del inglés)

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