email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SAN SEBASTIÁN 2024 Competición

Pedro Martín-Calero e Isabel Peña • Director y guionistas de El llanto

“El género de terror es un canal muy interesante para, a través de este tipo de historias, contar algo mucho más profundo”

por 

- El dúo nos habla del proceso de creación de su película, así como su forma de entender y utilizar el género de terror

Pedro Martín-Calero e Isabel Peña • Director y guionistas de El llanto
(© Dario Caruso/Cineuropa)

El llanto [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Pedro Martín-Calero e Isab…
ficha de la película
]
es la ópera prima de Pedro Martín-Calero, escrita junto a Isabel Peña. El dúo nos habla del proceso de creación de su película, que se ha presentado en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, así como su forma de entender y utilizar el género de terror.

Cineuropa: La película cuenta la historia de una maldición. ¿Cómo surgió o qué os interesaba contar a través de ella?
Pedro Martín-Calero:
Hay algo de fondo que tardamos en contar, esa maldición que no sé bien con qué palabra definir, plasma la idea de cómo la violencia genera un dolor que no afecta solo a las víctimas, sino a la gente de alrededor, cómo ese dolor pasa de generación en generación si no se detiene.

Isabel Peña: Cuando nos dimos cuenta de que queríamos hablar de este tema, manejamos el concepto de la maldición con mucho respeto y pudor, porque era útil para contar nuestra historia, pero no queríamos que pareciera como una maldición de un cuento, que es algo que sucede de forma mágica o externa, porque en esta maldición hay claramente un responsable.

Se divide en tres partes. ¿Cómo fue el proceso de construcción de la narración?
P.M-C.:
Queríamos huir de ciertos lugares comunes del género, darles una vuelta y actualizarlos, y uno de ellos era la línea temporal de la narración, que, generalmente, suele ser lineal en este tipo de películas.

I.P.: Jugar con el tiempo y el espacio nos permitía añadir una capa temática más a este dolor y a esta maldición. Y como para nosotros es una película más de personajes que de terror, estaba por encima el hecho de que cada personaje tuviera su capítulo, nos encajaba con el lenguaje más literario que buscábamos. Pero es algo que fuimos encontrando a medida que trabajábamos.

Es una película de terror, tal vez más de terror psicológico. ¿Por qué os interesaba usar los códigos del género para contar una historia que también va más allá?
I.P.:
Consideramos que el género de terror es un canal muy interesante precisamente para, a través de ese tipo de historias, contar algo mucho más profundo. Como te permite volar tanto, te permite proyectar y esconder a la vez. Muchas de las películas que más hemos revisitado son películas de terror que hablan de algo que nunca estaba en la sinopsis.

La película habla de cómo la violencia contra las mujeres se transmite de generación y afecta a todo cuanto la rodea. También de la presencia de la muerte en la vida. ¿Había otros lugares a los qué queríais llegar?
P.M-C.:
Hay algo a su vez de la mirada en la película, hasta dónde quieres mirar, cuánto quieres ver, dónde pones el foco en esa mirada, cuándo miras para un lado, cuándo no.

I.P.: También nos gustaba hablar de cómo a nuestros personajes femeninos no se las cree, y eso genera muchísimo más dolor todavía. Y utilizar el mundo de las tecnologías y las redes sociales como canal para seguir ahondando en esa soledad y esa extrañeza de estas mujeres.

En la segunda parte hay un guiño a Rojo de Kieślowski y hay ciertos paralelismos entre ambas historias. ¿Fue una referencia o influencia clara para vosotros?
P.M-C.:
En un principio, no utilizamos referencias visuales para que la película tuviera su propia mirada, pero cuando fuimos encontrando el lenguaje que plasmaba lo que queríamos contar entró Constanza Sandoval [la directora de fotografía] y sí que hablamos e incorporamos esta película de Kieślowski. Fue como una referencia inconsciente que surgió.

Es un guion a cuatro manos, con una coproducción entre España, Francia y Argentina. ¿Cómo fue ese trabajo entre vosotros?
I.P.:
El proceso de escritura fue muy largo y exigente, que nos ha llevado muchas versiones y cotejar mucho con los socios, porque como el tema queríamos que estuviera escondido teníamos esa tensión constante entre querer que fuera una segunda capa de lectura, nunca una primera, pero que no se perdiera a la vez… Fue un guion complejo y ambicioso.

P.M-C.: La coproducción fue también difícil, porque son dos continentes, dos equipos, no había suficiente presupuesto… Entonces fue como hacer dos películas en una. Ha sido un reto brutal trabajar en dos sitios, pero a la vez gratificante. Fue maravillosa la sintonía que encontramos, cómo nos recibieron en Argentina, cómo encajamos, y ver cómo todos somos un poco argentinos y españoles a la vez.

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy