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SAN SEBASTIÁN 2024 San Sebastián Industria

Francisco Lezama • Director de Los dos paisajes

“La comedia puede adherirse a la realidad con mayor fuerza que el costumbrismo o el realismo”

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- El director argentino habla sobre su próximo proyecto, premiado con el Premio DALE! (Desarrollo América Latina-Europa) en el Foro de Coproducción Europa-América Latina

Francisco Lezama • Director de Los dos paisajes

Después de haberse llevado tanto el Premio DALE! (Desarrollo América Latina-Europa) como el premio a mejor proyecto en el Foro de Coproducción Europa-América Latina del 72.° Festival de San Sebastián (leer noticia), el director argentino Francisco Lezama, ganador este mismo año del Oso de Oro al mejor cortometraje de la Berlinale por Un movimiento extraño, responde a nuestras preguntas sobre su proyecto de primer largometraje, Los dos paisajes, que sigue a una mujer de clase media alta que oficia como Ministra de la Eucaristía en un pueblo donde las conversiones al Evangelismo están modificando costumbres y rituales muy arraigados.

Cineuropa: ¿Cuáles son los orígenes de este proyecto y qué temas te interesa tratar en él?
Francisco Lezama:
Hace un tiempo vengo desarrollando una serie de comedias cortas que, entre otras cosas, intentaban dejar un registro de la relación obsesiva y erótica que el argentino promedio teína (y tiene) con el ahorro en dólar en épocas de inflación y de crisis. Creo que Los dos paisajes es una continuación de estas ideas sobre el erotismo de las transacciones, pero en vez de tomar la circulación frenética de pesos y de dólares, este nuevo proyecto va a enfocarse en la circulación de hostias consagradas en una comunidad pequeña de feligreses católicos en crisis. Me interesa el intercambio en la comedia de enredos; y este largo pretende continuar esa misma búsqueda narrativa inicial pero con otro trasfondo.

Parece que, en la sociedad occidental actual, la religión está relegada a un lugar cercano a las corrientes políticas reaccionarias y destructivas, más allá de su componente espiritual que, en sí, puede ser simplemente luminoso. ¿A qué lugar de estos dos te interesa acercarte?
No soy de tener en claro mucho nada. No suelo hacer juicios de valor con las películas que hago (hasta ahora cortos). Creo que instalarse o apoltronarse en una apreciación ética o estética personal sobre un asunto, termina haciendo que el cine pierda su potencia; que el cine se achate. En ese sentido, por más que suene trillado, prefiero que mis intereses se aclaren al terminar de montar y exhibir mis películas. Es ahí donde aparece una claridad que en el proceso de escritura y de montaje venía obturándose. En el caso particular de esta película, todos los elementos vienen de la educación jesuita que tuve hasta mis dieciocho años, y de las observaciones que pude ir haciendo mientras me sentía a la vez incómodo e integrado en ese mundo particular.

Por lo general, las obras en clave de comedia no son habituales en el cine de autor, y tu cortometraje ganador del Oso de Oro Un movimiento extraño también se mueve en estos términos. ¿Qué te interesa de ella?
Sí, según entiendo, el corto es la primera comedia en ganar el Oso de Oro. En lo personal, pienso en la comedia como la plataforma ideal para unir aquello que aparenta ser irreconciliable temática o estéticamente (no por nada los surrealistas adoraban a los comediantes del slapstick). Muy rápidamente y sin preámbulos, la comedia habilita el pastiche, la colisión, y creo que eso es muy vitalizante. Con Un movimiento extraño fue la comedia lo que habilitó unir el erotismo con la economía argentina en crisis; y así pensar en esos asuntos pero con el pensamiento habilitado por el cine (ritmos, montaje, sonido) y no con teorías académicas. Creo que en ese gesto arrebatado y veloz que nos exige la comedia, el cine puede adherirse a la realidad con mayor fuerza que con el pacto estético del costumbrismo o el realismo.

La situación actual del cine argentino es dolorosa, ¿qué apoyo puede conseguir la película en vuestro país en estos momentos? Si no me equivoco la película cuenta ya con una ayuda del INCAA.
El INCAA está paralizado porque desde que asumió Javier Milei, el Instituto estuvo tres meses sin presidente (y sin firma), luego otro mes auditado y ahora gestionado sin ningún tipo de conocimiento de cómo funciona la producción y la expresión artística en general. El INCAA acaba de abrir un concurso para directores con más de dos largometrajes estrenados o cuatro cortometrajes, y solo elegirán ocho películas de ficción y dos de documental. Es muy triste lo que está sucediendo. En Argentina por suerte continúan existiendo otros fondos de la ciudad de Buenos Aires (Mecenazgo y el Fondo Nacional de las Artes) que son de gran ayuda para el desarrollo inicial de los proyectos; también existen fondos para cineastas de las provincias o al cine que pueda filmarse por fuera de Buenos Aires.

¿Tenéis como objetivo buscar socios europeos específicamente, o también en Latinoamérica o cualquier parte del mundo? ¿Qué tipo de colaboradores buscáis en concreto?
En este momento estamos buscando socios en todos lados; la fragilidad del cine argentino hace que sea necesario para nosotros encontrar socios que comprendan humanamente nuestra situación y no solo en términos económicos.

¿Tenéis ya un calendario fijado para la producción?
El 2025 será un año de desarrollo y búsqueda de financiación; la idea sería filmar en el 2026.

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