David Oelhoffen • Director de Le Quatrième Mur
"El arte ayuda a iluminar lo peor de la realidad, a pesar de todo"
por Aurore Engelen
- Entrevistamos al cineasta francés, cuya adaptación de la novela de Sorj Chaladon reflexiona sobre el papel del arte frente a los conflictos, con un dramático eco en la actualidad

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ficha de la película], ambientada durante la guerra de Argelia, y Les Derniers Hommes, situada en Laos durante la guerra de Indochina, David Oelhoffen explora un nuevo escenario bélico con Le Quatrième Mur [+lee también:
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entrevista: David Oelhoffen
ficha de la película], una adaptación de la novela de Sorj Chalandon que sigue el frágil proyecto de crear Antígona de Anouilh en un Líbano de principios de los años 80. La película se presentó en competición en el Festival Internacional del Cine Francófono de Namur.
Cineuropa: ¿Cómo fue el encuentro con el texto?
David Oelhoffen: Sorj Chalandon es un autor que admiro. Había leído Le Quatrième Mur sin pensar necesariamente en una adaptación, sobre todo porque las dificultades asociadas a la representación de la Guerra del Líbano en los años 80 me parecían casi insuperables. Mientras consideraba otros de sus textos, que tratan sobre la guerra civil en Irlanda, recibí una llamada de la productora Christine Rouxel, quien acaba de adquirir los derechos de Le Quatrième Mur y me proponía adaptarlo y dirigirlo. Desde el momento en que hubo una productora lo suficiente valiente como para embarcarse en la aventura, acepté.
El libro me conmovió mucho por la pregunta que plantea: el poder transformador del arte, una cuestión que también nos hacemos cuando hacemos cine. Seguramente hay algo de orgulloso, megalómano, vanidoso, como se menciona en la novela, al pensar que se puede transformar el mundo haciendo arte. En la película, esto se convierte en una especie de fracaso, o al menos en un proyecto mortífero para Georges. Y al mismo tiempo, el mundo se transforma gracias a estas derrotas magníficas que, aunque no detienen las guerras, iluminan rincones oscuros de nuestra humanidad y mueven ciertas fronteras.
La película narra el choque de épocas, muestra una obra imaginada en la Antigüedad, recreada en 1945, representada en 1982. Y resuena terriblemente con la actualidad.
La actualidad no deja de alcanzarnos; ya era así cuando rodamos hace dos años, y lo es aún más ahora. La película se centra en el personaje de Antígona, un personaje inmortal que siempre será contemporáneo. Es una tragedia interminable, con un cuestionamiento perpetuo. Cuando rodamos la película a finales de 2022, ya existía una permeabilidad entre el pasado y el presente. Representábamos una guerra que tuvo lugar en 1982, pero recurrimos a muy pocos efectos especiales para plasmar el carácter histórico del relato. Las cicatrices de esa guerra todavía están ahí. El pasado sigue presente, tanto para nosotros como para los libaneses. Y hoy, las bombas vuelven a caer sobre el sur del Líbano, los hospitales son bombardeados. Desde el 7 de octubre, siento que estoy viendo las imágenes de la película en la televisión.
El cuarto muro es la posibilidad entre la ilusión teatral y la realidad, la tragedia de la guerra. Este personaje de Georges atraviesa el cuarto muro. Al principio está del lado de la realidad, pero progresivamente se transforma en Antígona. Entra en la tragedia a través de la ceguera, un poco como Edipo. Georges debería decir que no, detener ese proyecto teatral, abdicar frente a la realidad. Pero, como Antígona, se niega a mentir, está dispuesto a morir por ello.
La película elige mostrar el terror, no lo terrible.
Toda la película narra cómo la guerra persigue a Georges, se infiltra en él. Y su visita al campamento de Sabrá y Chatila marca un punto de inflexión. Después de eso, no podrá desprenderse de la guerra. La película no es un relato objetico de la guerra en el Líbano, sino una visión compartida desde el punto de vista subjetivo de Georges. Para Sorj, quien visitó los campamentos como periodista, la redacción de la novela fue una forma de liberarse de la guerra. Georges no encuentra esa escapatoria.
¿Cuál es el núcleo de la película para usted?
El núcleo es doble. Mostrar la guerra tal como es, algo horrible y corruptor, incluso para las almas más puras. De ahí la decisión de rodar escenas casi insoportables, para no convertir la guerra en un espectáculo agradable de ver. Y luego, la película cuestiona el lugar del arte frente a la guerra. El arte permite, a pesar de todo, arrojar luz sobre lo peor de la realidad.
(Traducción del francés por Tiffany Diago Navarro)
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