Alfonso Cortés-Cavanillas • Director de Luna
"Lo primero que dije fue que teníamos que hacer una película en donde los personajes no pudiesen tocarse físicamente entre ellos"
por Olivia Popp
- El director español habla sobre rodar toda una película con actores en trajes espaciales, inspirándose en el cine independiente y consiguiendo magia espacial con un presupuesto pequeño

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ficha de la película], pasando por muchas más, las narraciones ambientadas en el espacio han cautivado a los espectadores y han atraído a los cineastas con generosas posibilidades narrativas. Entre ellas está Luna [+lee también:
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entrevista: Alfonso Cortés-Cavanillas
ficha de la película], la película de supervivencia espacial de Alfonso Cortés-Cavanillas, que acaba de estrenarse en el Festival de Sitges de este año.
Cineuropa: En tu filmografía has abordado distintos géneros, como el cine bélico y la distopía, y ahora estás trabajando en la ciencia ficción. ¿Qué te llevó a esta historia en particular?
Alfonso Cortés-Cavanillas: No tengo una razón en particular; no es porque no me gusten las películas de ciencia ficción. Quería crear un lugar en el que los personajes pudieran estar aislados. Y no solo están aislados allí en la Luna, sino que también están aislados en sus trajes espaciales. Eso era importante para nosotros, por eso narramos la historia en la Luna. Podíamos haber llevado los personajes en el desierto, en Islandia, o algo así. Pero en la Luna, el aislamiento es total.
Este entorno restrictivo era en realidad más favorable para crear algo convincente.
Lo que quería mostrar en la película es cómo se sienten: este aislamiento. Esto es importante. En los planos generales, solo se ve gente con trajes. Ni siquiera puedes ver a los actores, ¿verdad? Y por eso me gusta, porque puedo poner la cámara aquí, ver las caras y sentir la agonía. Eso es lo que me gusta de la película, nunca se pueden quitar sus trajes. Lo primero que dije fue que quería hacer una película donde los personajes nunca se pudiesen tocar físicamente los unos a los otros. No hay ninguna piel que se pueda tocar. No puedes secarte las lágrimas con tus manos u otras cosas que hacemos aquí en la Tierra. Estamos olvidándonos del valor que tiene el roce de piel con piel, o el que tiene un abrazo. Por eso quería que nunca pudiesen quitarse los trajes, y es por eso por lo que nunca los vemos subir al transbordador espacial.
Utilizas varios trajes espaciales distintos a lo largo de la película, incluido uno básico de color blanco y otro que parece un dorado metalizado. ¿Puedes hablarnos de cómo los desarrollaste?
Necesitábamos unos que pareciesen reales, así que alquilamos algunas partes de los trajes en Estados Unidos, las de la película Ad Astra. Si te fijas en los cascos son iguales, y les añadimos algunas cosas. No quería que a nadie se le ocurriese nada demasiado fantástico. En este tipo de películas, hoy en día, se hace el rodaje con el casco, pero sin el cristal, porque da muchos reflejos. En películas como Gravity o Ad Astra, añadieron el cristal con los efectos visuales. Aquí, hicimos la película entera con el cristal del casco porque queríamos que los actores sintiesen también la claustrofobia. Creo que Edu (Eduardo Mangada), el director de fotografía ha realizado un buen trabajo. Por supuesto, es poco realista creer que no tendríamos reflejos en la película. No arreglamos ningún reflejo con efectos visuales. Pero, cuando ves los reflejos de los otros actores en los cascos, desde mi punto de vista, es como magia.
¿Tenías alguna referencia para tu estilo general?
Vi todo tipo de películas, con presupuestos mayores o menores al nuestro. Pero tenía una referencia clara: la película Moon [+lee también:
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ficha de la película] (de Duncan Jones), la cual ganó aquí en Sitges, porque es una película independiente ambientada en la Luna. Pero no fue por la historia, ni por cómo la grabamos. Fue por creer que podíamos hacerlo, que podíamos hacer una película independiente. Quería estar cerca, como cuando haces una película con la cámara situada en el hombro del camarógrafo, así es como suele ser una película independiente, ¿no? Yo mismo estuve ahí con la cámara en mi hombro, pero no podíamos movernos demasiado bruscamente, porque estábamos en la Luna, y los movimientos tenían que ser un poco más suaves.
¿Cómo trabajaste con los actores para poder cultivar el aspecto psicológico de la película?
Lo que hice fue hablar con los actores todo el rato durante el rodaje. Para esta película, no teníamos demasiado tiempo. La rodamos en junio y la terminamos el 1 de julio, y terminé de editarla en diez días para poder mandársela a Sitges. Fue un rodaje muy rápido, pero les hablé y los escuché mucho, porque si los actores no creen en lo que hacen los personajes, no lo podrán hacer realidad.
(Traducción del inglés por Paula López Pastor)
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