Lucía Casañ Rodríguez • Directora de Un bany propi
“La película es un cuestionamiento de cómo nos comportamos en los espacios públicos y privados a través de algo tan universal como el cuarto de baño”
por Júlia Olmo
- La directora habla de su primer largometraje, sobre una ama de casa que encuentra en su propia casa un refugio para escapar de su vida y escribir
Entrevistamos a la directora Lucía Casañ Rodríguez, cuyo primer largometraje Un bany propi [+lee también:
crítica
entrevista: Lucía Casañ Rodríguez
ficha de la película] acaba de inaugurar la Mostra de València después de haberse estrenado mundialmente en el Festival de Shanghái.
Cineuropa: La película cuenta la historia de una ama de casa que encuentra su refugio para escapar de su vida y escribir en el cuarto de baño. ¿Por qué te interesaba contar esta historia?
Lucía Casañ Rodríguez: Cuando empecé a escribirla, hace cuatro años, ya estaba preocupada por el tema de la relación que existe entre el espacio y el desarrollo personal y profesional que pueda tener una persona a raíz de esos pequeños rincones que muchas veces tenemos que encontrar para poder definir nuestra identidad. Había visto la película El anacoreta, escrita por Rafael Azcona junto a Juan Estelrich y dirigida por este último, y me encontré leyendo también Una habitación propia, de Virginia Woolf, entonces todo se unió y de ahí salió esta película. Al final, Un bany propi es un cuestionamiento de cómo nos comportamos en los espacios públicos y privados, pero a través de algo tan asequible y universal como es el cuarto de baño. Y, por otro lado, a día de hoy, me parece que la película es muy actual porque tenemos un problema por delante muy evidente con el tema de la vivienda. Del mismo modo que le sucede a la protagonista, hay toda una parte de la sociedad cuyos proyectos de vida se están viendo truncados porque no tienen un espacio donde desarrollarse o esas ciudades que dejan de tener sus espacios públicos con los pisos turísticos y empiezan a perder su identidad. Me interesaba llegar ahí con la película y abrir el debate y la reflexión en torno a estas cuestiones.
La famosa frase de Virginia Woolf en Una habitación propia aparece de forma explícita en la película…
Virginia Woolf no solo actúo en mí como un referente, sino también como un detonante. Me llamó especialmente la atención un pasaje del libro en el que Woolf reflexiona si para ella fue más importante la aprobación del sufragio universal o la herencia que recibió tras la muerte de su tía en un accidente de caballo, y concluye que fue más importante el dinero. Entonces eso me hizo pensar que, al final, Virginia Woolf es la intelectual que conocemos gracias a un accidente de caballo, y me impactó mucho el hecho de pensar que cuántas Virginias Woolf no hemos llegado a conocer por el hecho de que no se produjeron este tipo de accidentes. La protagonista de la película consigue ser ella misma gracias a tener una habitación propia, pero también a este dinero que recibe de la misma forma, y por ello hay una referencia clara a esa herencia.
Tiene una estética muy marcada, entre la de los años 50 y 60 con toques de la actual. ¿Por qué querías utilizar esta estética? ¿La forma también era un modo de llegar al fondo?
A través de la estética quería hacer una huida de lo que es estrictamente realista o costumbrista, porque quería que el público formara parte del cuento que la protagonista está escribiendo. Quería que los espectadores fueran capaces de viajar con ella, que viajaran hacia esa posibilidad de imaginar futuros diferentes y de vivir con ella las aventuras que vive a través de los cuartos de baño. Cada personaje de la película va vestido de la época de la que ellos se sienten, por eso también el vestuario de la protagonista se va deconstruyendo a medida que su pensamiento evoluciona.
En la forma de narrar y en la puesta en escena también veo cierta tendencia a la teatralidad. ¿Te interesaba utilizar ciertos elementos del teatro?
Siempre es algo que me ha interesado. Los referentes cinematográficos que tengo también beben un poco de una puesta en escena un tanto teatral, de unas conversaciones no tan realistas. En este caso, me interesaba mucho precisamente por lo que comentaba, porque quería despegarme de la realidad y también poder plantear esa conversación entre el individuo y el espacio, que el público a través de su mirada pudiera viajar por él.
La película también termina siendo una suerte de canto al poder transformador y liberador de la imaginación. ¿Querías llegar ahí?
Es totalmente lo que quería contar, porque también me preocupa la falta de imaginación, de poder imaginar mundos diferentes. Creo que el espacio, el ruido, las condiciones ambientales que tenemos hoy en día a nivel de sociedad hacen que imaginar futuros diferentes sea muy complejo, y por eso la protagonista hace ese esfuerzo de tratar de cambiar y amoldar el espacio y desde ahí poder ser, poder imaginar y poder definirse.
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