Carlos Marqués-Marcet • Director de Polvo serán
“Pienso mucho en la muerte y eso me hace muy feliz”
por Alfonso Rivera
- El cineasta catalán habla sobre su musical sobre el amor, la familia y el adiós definitivo, de cuyas complejidades nos da pistas
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ficha de la película], musical de alto riesgo que obtuvo el premio Platform del Festival de Toronto y, semanas después, la Espiga de Plata en la Seminci de Valladolid. Ahora llega a los cines españoles el 15 de noviembre, distribuida por Elástica.
Cineuropa: ¿Sorprendido por esos galardones en dos continentes?
Carlos Marqués-Marcet: Uno nunca sabe lo que pasará con tu película. Trabajas, esperas, pruebas, investigas, experimentas, montas y por fin enseñas el resultado. Tengo muchos amigos cineastas que me dan sus opiniones y la ponen a parir, pero con eso sigues trabajando. Es bonito ver que el film encuentra su sitio. Además en el festival de Roma han premiado a Ángela Molina como mejor actriz. Todo esto lo pones en perspectiva, pero es verdad que los festivales ayudan para que el largo llegue al mayor número de gente en esta época complicada para las salas de cine. Estoy agradecido por ello.
¿Es esta tu película más ambiciosa, pues se trata de un musical?
Todas tienen sus retos diferentes, que apetece afrontar. Por ejemplo, ahí está Los días que vendrán, un largometraje sobre un embarazo real que no sabías por dónde iba a ir. Son angustias distintas, porque Polvo serán ha sido mi película más preparada, al milímetro, por su complejidad. He tenido que filmar en seis días cinco números musicales, algo que nunca había hecho. También el haber trabajado en televisión me ha enseñado a afrontar situaciones complicadas.
Pero dice Ángela Molina que tu entusiasmo incombustible le animó a aceptar sin dudar su papel.
Pienso mucho en la muerte y eso me hace muy feliz. Me relaja, incluso cuando pienso en la valoración de la película. Mi sueño es que dentro de 20 años la gente quiera seguir viendo este film. Y que, igual que a mí me fascinaron largos de algunos cineastas, a otros jóvenes les pueda pasar lo mismo con el mío. La muerte pone todo en su lugar y te fulmina el ego: hay que estar en el aquí y ahora, disfrutar del proceso y que la gente vea la cinta, abra debates y haga pensar. ¡Cómo no ser entusiasta cuando tengo la suerte de hacer películas! Me siento tan afortunado, aunque no me haga rico. Soy un cineasta artesano, con un oficio.
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ficha de la película] el viaje final de un padre a Suiza. Pocos films se enfrentan a este asunto. ¿Conoces algún caso cercano?
Es bastante complicado llegar hasta Suiza, pues hay que pasar por entrevistas. No se trata de una ley de eutanasia, sino que ayudan a suicidarse, pero tienes que demostrar que tienes un dolor crónico insuperable. Nunca pensé en rodar una película sobre la muerte asistida, pero sí sobre la idea de tomar una decisión, algo bastante rico dramática, moral, ética y socialmente. ¿Por qué la gente necesita hacer eso? La historia parte de unos amigos cuando yo quería hablar de cómo afrontar la propia muerte y con ellos, que querían morir en Suiza, hice un taller de creación.
Hay ley de eutanasia en España, pero algunas personas se van a morir dignamente en Suiza.
La ley en España es restrictiva. Es un primer paso, pero es insuficiente. Se trata de un debate para seguir teniendo.
También mucha gente evita hablar de la muerte, es tema tabú.
Las personas en tiempos del romanticismo sabían que se iba a morir, reunían a sus allegados y se despedían, eran dueños de su propia muerte. Luego llegó el capitalismo y nos arrebató ese momento, aunque se está cambiando esto. Mi película es vitalista no por querer suavizar la muerte, sino que tiene humor y un punto absurdo: hay que entender lo extraño que es dejar de estar aquí y cómo esto cambia los lazos entre la familia, los afectos y el amor.
Tu película es una gran historia de amor, una anticomedia romántica.
Más bien una tragicomedia romántica. Los cineastas que no me gustan no tienen sentido del humor, incluso Bergman lo tiene. También en la idea del amor caben tantas cosas… Quiero hablar aquí de lo difícil que resulta encapsularlo. Porque… ¿cuál es el límite entre el amor y la dependencia? Todo esto hay que revisarlo y reivindicarlo. Mi película hace esa pregunta; yo no tengo la respuesta.