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GIJÓN 2024

Pelayo Muñiz Cabal • Director de Boreal

"Queríamos que el espectador se preguntase quién es y cuántas personas diferentes puede ser"

por 

- El director asturiano sigue en su debut con toques de ciencia ficción a una familia que se desmorona en extrañas circunstancias

Pelayo Muñiz Cabal • Director de Boreal

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es el primer largometraje de Pelayo Muñiz Cabal, una película de género centrada en cuatro personajes a lo largo de una sola noche, bajo la inquietante aurora boreal que aparece en Madrid. Guille, Bea, Anna y Pablo son viejos amigos que están a punto de descubrir el lado oculto de cada uno, con un poco de ayuda de lo sobrenatural. Con motivo del estreno mundial en su Gijón natal, nos reunimos con el director para hablar de los aspectos técnicos y psicológicos de su ópera prima.

Cineuropa: ¿Por qué decidiste ambientar la película durante un fenómeno natural tan particular como la aurora boreal?
Pelayo Muñiz Cabal: Buscábamos un elemento natural que, al mismo tiempo, tuviera un aspecto inquietante, para poder jugar con su extrañeza. La aparición repentina de una aurora boreal en el cielo de Madrid hace que uno se pregunte si se trata de un fenómeno natural o no. ¿Está ocurriendo algo diferente o más siniestro?

¿Cuáles fueron los aspectos técnicos a tener en cuenta a la hora de retratar la aurora boreal? Su color verde es muy llamativo. ¿Cuánto se generó por ordenador y cuánto fue iluminación y etalonaje?
¡Todo [lo relacionado con la aurora] se hizo mediante CGI! Durante el rodaje no hubo auroras, obviamente, ni luces cromadas: todo se generó digitalmente en posproducción. Para el efecto verde en los ojos de los personajes, utilizamos lentillas especiales, pero ese color también se reforzó posteriormente en posproducción.

La paleta de colores de la película también es rica en verdes, pero con matices y vibraciones diferentes. ¿Puedes hablarnos del uso de este color en el plató?
La idea era conseguir una gama de colores que fuera a la vez natural y realista, en contraste con los colores reforzados de la aurora. En realidad, buscábamos una gradación más naturalista en todos los aspectos. Por ejemplo, pintamos la casa de verde de antemano, y eso se hizo a propósito.

Dado que la película se centra en cuatro personajes, ¿cómo te aseguraste de que funcionara la química entre los actores, no solo dentro de las parejas, sino también entre cada uno de ellos individualmente?
Los actores no habían trabajado antes juntos, así que no sabíamos qué iba a pasar. Aun así, creo que se generó una gran química, completamente por casualidad. Ensayamos mucho juntos, pero durante los ensayos también intentamos crear situaciones mediante las que pudieran estrechar lazos (como comer y pasar tiempo juntos), creando una conexión personal que luego hiciera las escenas muy creíbles. Francamente, creo que ese es uno de los mejores aspectos de la película, la forma en que los cuatro trabajan juntos. Me apasiona, pero creo que también soy objetivo: ¡estuvieron geniales!

¿Cómo fue rodar tu primer largometraje de ciencia ficción? ¿Encontraste algún desafío?
Me encanta el género y, personalmente, me siento muy cómodo en él. No me siento en absoluto fuera de lugar. He de decir que, en un principio, la historia trataba solo de este grupo de amigos, y no había ningún elemento fantástico o de ciencia ficción, pero surgió de forma bastante natural y su incorporación nos permitió jugar con la estructura de la historia.

Mi última pregunta tiene que ver con la estructura narrativa de Boreal, ya que la película salta entre el pasado y el presente, y sugiere otro mundo posible. ¿Estaba todo en el guion? ¿Cuánto de esa estructura se decidió durante el montaje?
Sí, ya estaba en el guión: la idea era reflexionar sobre cómo una persona contiene en realidad a varias personalidades diferentes. Teníamos una estructura que haría que el espectador viera a los personajes en diferentes situaciones, en diferentes circunstancias, y a través de diferentes puntos de vista. Por ejemplo, primero vemos a Guille como el agresor, pero luego tenemos esos desfases y saltos temporales, a través de los cuales también llegamos a verle en la posición de víctima. Todos lo golpean y lo encierran. Queríamos que el espectador se preguntase quién es y cuántas personas diferentes puede ser. En realidad, en el montaje intentamos poner la película en orden cronológico, pero nos parecía muy aburrido. Nos dimos cuenta de que todo el sentido de la historia dependía de esa estructura fragmentada.

(Traducción del inglés)

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