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BERLINALE 2025 Generation

Michel Gondry • Director de Maya, donne-moi un titre

"Tengo un cerebro bastante infantil"

por 

- BERLINALE 2025: El director francés presenta un nuevo tipo de cuento para antes de dormir en su delicia en stop motion

Michel Gondry • Director de Maya, donne-moi un titre
(© Dario Caruso/Cineuropa)

Michel Gondry cuenta con la ayuda de su propia hija en la película de animación Maya, donne-moi un titre [+lee también:
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, presentada en la sección Generation Kplus de la Berlinale. Las reglas son sencillas: Maya le da un título y él inventa el resto de la historia (cuanto más loca, mejor).

Cineuropa: Resulta conmovedor cuando, en un momento dado, Maya dice: “Se acabó”. No más dibujos animados. Y tú, como creador y padre, deambulas ofreciendo tus historias a otras personas.
Michel Gondry: Sucedió exactamente así. Fue algo temporal, pero me di cuenta de que estaba haciendo estos vídeos no solo para ella, sino también para mí. Me ayudaron mucho, especialmente durante el confinamiento. Sabemos que los niños necesitan a sus padres, pero nunca decimos que los padres también necesitan a sus hijos. Lo cierto es que sentí un vacío cuando me dijo que ya no quería mis dibujos.

¿Cuánto tiempo llevabais haciéndolo?
Empezamos cuando ella tenía tres años, así que durante seis años. Va a salir una segunda película porque hemos creado muchas historias. Le pondrá voz Blanche Gardin [la primera cuenta con la voz de Pierre Niney] y será diferente: hicimos unos dibujos animados en la escuela de Maya, donde todos los niños tuvieron que dibujar los personajes. Incluso creo que podríamos hacer una tercera, pero ya veremos.

Durante todos estos años, ha sido un proceso continuo. Cuando le enviaba un vídeo, ya me daba el título para el siguiente. A veces era un reto, como el de las patatas fritas gigantes lanzadas desde la Torre Eiffel al mar de ketchup, pero siempre tenía claro el contexto. Sin embargo, nunca pensé que acabarían en un largometraje. Era algo solo para Maya y para su madre. Sobre todo al principio, cuando aún no sabía leer. Más tarde, su madre le leía el texto. Era como un cuento para dormir.

Son relatos increíbles. Hay tantos elementos extraños: caballos cortados por la mitad, ardillas cleptómanas, terremotos…
Los caballos provienen de una historia que finalmente no utilizamos sobre el pelo de Maya, que crecía hasta volverse muy largo. Ella decía: “Mamá, tienes que cortarme el pelo”, pero en francés, “pelo” suena igual que “caballos”: cheveux y chevaux. Su madre le respondía: “¿Por qué quieres cortar un caballo? No es muy bonito”. En ese momento, se veía la mitad del caballo corriendo [risas].

El proceso siempre es el mismo: hay un árbol, y su tronco es el principio. Luego están todas las ramas que crecen en distintas direcciones. Las sigues para resolver un problema que acabas de crear. En general, hay muchos accidentes afortunados. Nunca le pedí a Maya que cambiara un título. Además, cuando hablo con niños, los trato como adultos. Tengo un cerebro, o una creatividad, bastante infantil, con cierta complejidad añadida. Para mí era natural expresarme así. Es mi sentido del humor, mi personalidad. Si haces una película más grande, a veces tienes que hacer ciertas concesiones para que sea “entretenida”. Con Maya, no tuve que sacrificar nada. Solo tenía que jugar.

¿Te preocupaba que algo cambiara cuando se convirtiera en una película? Al fin y al cabo, era algo que los dos compartíais, una especie de lenguaje secreto.
Lo pensé, pero luego le dije a Maya que estas historias eran como sus juguetes. Podía compartirlas con sus amigos o con otras personas. Desde el primer día, le pareció bien. Le gusta mucho todo lo que ocurre en torno a la película, incluso me acompaña en las entrevistas. No es tímida, ni un poco. Es curioso, porque una vez hice camisetas con algunos de los personajes de mi otra película, y cuando quise imprimirlas y venderlas, a ella no le gustó nada. Estaba más disgustada por la camiseta que por esta película.

Además, quería conservar estos dibujos para siempre. Si dentro de diez años tiene novia o novio, podrá enseñarles estas películas y decirles que las hice para ella. Ella es la protagonista. Una vez intenté cambiarla: había una historia en la que su madre se va a Estocolmo y Maya no aparecía en absoluto. Quería ver cómo reaccionaba, y la verdad es que le gustó mucho.

¿Crees que podrías crear otras cosas con Maya en el futuro?
Tengo un hijo artista. Escribimos una historia juntos, pero ahora quiero que haga su propio trabajo. No sé lo creativa que será Maya de mayor, pero ¿por qué no? Tengo la suerte de hacer un trabajo que les gusta a los niños y a los adolescentes.

(Traducción del inglés)

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