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BERLINALE 2025 Perspectives

Florian Pochlatko • Director de How to Be Normal and the Oddness of the Other World

"La salud mental se ha convertido en un tema muy importante estos años, pero no lo he querido retratar como algo 'guay'"

por 

- BERLINALE 2025: El director austriaco sigue a una joven que sufre episodios psicóticos e intenta encajar en el patrón de una vida normativa

Florian Pochlatko • Director de How to Be Normal and the Oddness of the Other World
(© Manfred Werner/Tsui)

¿Cómo se puede lidiar con un mundo que te exige ser normativamente funcional cuando ni siquiera te ves capaz de encajar en el esquema de una vida mentalmente “normal”? En su primer largometraje, How to Be Normal and the Oddness of the Other World [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Florian Pochlatko
ficha de la película
]
, que ha sido presentado en la sección Perspectives de la Berlinale, Florian Pochlatko crea un caleidoscopio colorido de impresiones y emociones. La película gira en torno a una joven (interpretada por Luisa-Céline Gaffron) que acaba de salir del hospital psiquiátrico e intenta reintegrarse en la sociedad. Sin embargo, el precio a pagar por encajar es alto, y requiere muchas pastillas. Y tal vez el mundo mentalmente normativo no sea tan sano ni tan feliz como se podría suponer.

Cineuropa: Retratas la enfermedad mental y el estrés a través de distintos formatos, recursos, cultura pop y secuencias de acción clásicas. ¿Qué fue lo primero que se te ocurrió, las imágenes o una historia concreta?
Florian Pochlatko:
Buena pregunta. Al principio tenía un boceto muy rudimentario. Trabajo de forma intuitiva y emocional. Lo primero que decidí fue que Adrian Bidron sería mi director de fotografía. Aunque nos hemos conocido gracias a este trabajo, a mis ojos ya era un especialista en diferentes estilos, como el realismo mágico. Tiene una sensibilidad muy especial para las imágenes, así que primero trabajamos juntos para ver cómo podía encajar esta cualidad que posee en el proyecto. Otra de las cosas de las que estaba seguro es que Luisa-Céline Gaffron interpretaría el papel principal. No la conocía, pero la descubrí durante el proceso de casting y sentí que tenía una visión muy similar a la del personaje. También tuve la suerte de que las agencias de financiación me dieran luz verde en una fase muy temprana del proyecto, lo cual me permitió concentrarme en el trabajo.

Las enfermedades mentales y el burnout son temas delicados. ¿Los elegiste porque son temas de actualidad o hubo una fuente de inspiración más personal?
He conocido y apoyado a muchas personas con trastornos mentales, incluyendo a varias que intentaron suicidarse. También tengo experiencia en el ámbito de la psicoterapia. He tomado psicofármacos y sé el efecto que tienen en las personas. Escribí la película durante una crisis: estaba tomando antidepresivos y luego me di cuenta de que es casi imposible dejarlos, y eso es algo de lo que mucha gente no se da cuenta. Simplemente quería hacer una película para estas personas, a las que admiro por su fortaleza.

¿Cómo se logra un equilibrio para no romantizar estas enfermedades ni la idea de que solo estas personas son capaces de escapar de la rutina mientras todos los demás siguen adelante?
Requiere asumir un riesgo muy grande, por supuesto, porque la salud mental se ha convertido en un tema central en los últimos años. Ahora incluso queda “guay” tener un diagnóstico en tu perfil de Instagram. Pero yo no quería presentarlo como algo “que mola”. Siempre lo he abordado con una seriedad honesta y abierta.

La película también está impregnada de la cultura pop. Hay un músico inglés llamado que se llama Ned y se parece a Ed Sheeran, y Harald Krassnitzer interpreta a un investigador que se llama Moritz, como en Tatort. Además, hay referencias a Men in Black. ¿Son guiños personales o simplemente reflejan la saturación excesiva de los medios de comunicación de la cultura pop?
Todo comenzó como un intento de crear algo auténtico. Cuando escuchas a personas que han estado en este estado mental, te das cuenta de que esto se acerca bastante a lo que viven. Estas realidades mediáticas secundarias se derrumban y, de repente, ya no hay fronteras entre el interior y el exterior. Madonna aparece al borde de la carretera, o esperas a que te recojan en un helicóptero… Bajo la influencia del mainstream se forma una especie de mundo mitológico propio. Pero, ¿cómo podría ser esta mitología psicótica para una persona que se ha socializado en Austria? ¿Quién aparecería? Está Tom Turbo y está Tatort. El mundo parece una sátira de sí mismo. Los giros extraños se suceden uno tras otro, de modo que terminas preguntándote qué película estás viendo.

(Traducción del inglés)

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