Rodrigo Díaz y Pascual Mena • Productores de Bloques erráticos
"Podemos imaginar que cuando vemos una película, somos los fantasmas que poseen un cuerpo, el cuerpo del que ve, el cuerpo de la cámara"
por Veronica Orciari
- Los productores ganadores del Premio Eurimages New Lab al Alcance en el IFFR de este año hablan con Cineuropa sobre el futuro del largo de ficción de Thomas Woodroffe

El largometraje Bloques erráticos, una coproducción entre Chile, Francia y Argentina, se hizo con el premio Eurimages New Lab: Outreach Award, dotado con 30.000 euros, durante el último Festival de Róterdam (ver la noticia). Rodrigo Díaz y Pascual Mena, los productores chilenos de la película, dirigida por el cineasta (y también productor) Thomas Woodroffe, de la que informamos durante el Festival de Cannes en 2023 (leer la noticia), nos hablan sobre su reciente premio al frente de la productora Fiebre.
Cineuropa: Thomas Woodroofe aseguraba en sus notas de dirección que cree en “la capacidad del cine de ser un fantasma, de invocar voces de tiempos remotos y devolverlas a la vida en el presente”. ¿Cómo consigue esto Bloques erráticos? ¿Podéis contarnos algo más sobre los elementos clave de la película?
Pascual Mena: La idea de que el cine, o una película en este caso, puede ser un fantasma, es un concepto que hemos desarrollado a partir de las ideas de varios autores. En términos simples, un alma está afligida porque ha dejado algo sin resolver, y por eso se nos aparece. De alguna forma, necesita de nuestra colaboración para completar su misión en este mundo. Lo mismo ocurre con una película: puede perseguirnos, revelando una idea o un pensamiento de otro tiempo, de otra dimensión.
También puede ocurrir que la misma película, al traer de vuelta algo que creíamos muerto o extinguido, se adentre en un proceso más extenso en el que toda la historia del cine se convierte en una especie de fantasma. Los fantasmas o espíritus errantes siempre han estado y estarán en nuestras historias, en nuestras películas y también en nuestras anécdotas personales. Cuando vemos una película, podemos imaginar que somos fantasmas que poseen un cuerpo: el cuerpo del que ve, el cuerpo de la cámara. Hay una especie de transmutación que se convierte en un elemento relevante de la película. El punto de vista es el de un fantasma. Estamos detrás de la retina de ese espíritu, procesando las imágenes.
Bloques erráticos cuenta la historia de Lucien Le Saint, el fantasma del camarógrafo francés que, tras pasar cien años atrapado en el hielo de un glaciar de Patagonia, se libera y comienza a vagar por estas tierras que hoy le parecen tan diferentes y a la vez tan familiares, tratando de encontrar un sentido a su existencia. Es una película sobre la responsabilidad de crear imágenes y darles vida, por eso el uso de un archivo histórico es la piedra angular del proyecto: hablamos de un documental etnográfico llamado La Terre de Feu, filmado por Le Saint en 1925 y encontrado en La Cinémathèque de Toulouse hace casi ocho años. Se trata del único registro cinematográfico de los pueblos fueguinos en su última etapa nómada.
La productora Fiebre recibió financiación para producir esta película, en colaboración con Rodrigo Díaz y Thomas Woodroffe. ¿Podéis hablarnos de esta decisión, de lo que os llevó a convertiros en productores y de la trayectoria del proyecto?
P.M.: Hace unos años rodamos un cortometraje con Thomas y Rodrigo, Fiebre austral, que resultó ser una experiencia maravillosa. Fue estimulante, tanto creativamente como en términos de producción y distribución. Entonces nos dimos cuenta de que los tres nos complementábamos. Desde ese momento, trabajamos juntos. Colaboramos permanentemente en proyectos de otros autores y cumpliendo distintas funciones. La idea de crear Fiebre nace porque queríamos tener la libertad de trabajar en esta película con el tiempo que consideráramos conveniente, pero al mismo tiempo aprovechar los conocimientos que sabíamos que íbamos a adquirir para poder impulsar otros proyectos mediante una línea de trabajo centrada en el lenguaje y en el propio cine. Rodrigo y yo tenemos otras productoras, pero en Fiebre estamos abiertos a hacer coproducciones minoritarias. Eso ha sido un reto porque somos un equipo acostumbrado a trabajar desde la fase de desarrollo y con mucha fuerza creativa. Actualmente, estamos tratando de encontrar una configuración adecuada para Fiebre y sus próximas producciones.
¿Cuál ha sido la lección más importante que os ha enseñado el Festival de Róterdam como productores? ¿Qué impacto creéis que tendrá el reconocimiento que habéis recibido para el futuro de Bloques erráticos?
Rodrigo Díaz: El Festival de Róterdam ha sido un espacio para conocer en profundidad el panorama cinematográfico actual y crecer como profesionales. Pudimos optar a Darkroom porque yo había participado en el Rotterdam Lab en 2021, que se celebró de forma remota debido a la pandemia. Durante el laboratorio, pude conocer a compañeros de todo el mundo y asistir a clases magistrales de primer nivel que ayudaron a reforzar la estrategia de producción de Bloques erráticos, especialmente en lo que respecta al desarrollo, la coproducción y la distribución, en los que hemos trabajado junto con Pascual. El hecho de volver a CineMart en 2025 como parte de la sección Darkroom con una ópera prima refleja las oportunidades que el Festival de Róterdam ofrece a los cineastas.
Darkroom fue un lugar especial para presentar Bloques erráticos. Nos permitió mostrar una secuencia de nueve minutos, estableciendo una primera conexión entre el material y los profesionales de la industria presentes en el Darkroom Spotlight, donde se mostraban los trabajos en desarrollo. Este era precisamente nuestro principal objetivo: entender cómo se percibe la película y aprovechar la plataforma que nos brinda el festival a través de CineMart, entablando conversaciones sobre la posproducción y la distribución de la película. También recibimos consejos muy valiosos sobre licencias musicales, montaje y estrategias de festivales.
Estamos seguros de que el premio Eurimages New Lab: Outreach Award tendrá un impacto positivo en la película. Por un lado, nos permite continuar el proceso de posproducción y, por otro, desarrollar el plan de difusión de la película. Además, este reconocimiento contribuye a dar mayor visibilidad al proyecto y a los principales temas que explora.
¿Podéis compartir alguna noticia sobre el futuro próximo? ¿Estáis buscando otros mercados para la película?
R.D.: Después de Darkroom, nuestro principal objetivo será continuar con la posproducción de la película a lo largo de 2025. Por ahora, no tenemos previsto participar en otros eventos de la industria, más allá de asistir al Marché du Film y a otros mercados en representación de Fiebre. Darkroom fue una plataforma fantástica y una oportunidad única para volver a conectar con profesionales de todo el mundo, a muchos de los cuales conocimos por primera vez en foros de coproducción como La Fabrique Cinéma y el Torino Film Lab Meeting Event en 2023. También nos permitió conectar con nuevos profesionales interesados en la película. A medida que avancemos en la posproducción, seguiremos en contacto con ellos y les mantendremos informados de nuestros avances.
(Traducción del inglés)
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