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Alemania

Dominik Galizia • Director de Rock’n’Roll Ringo

“Muchos hombres tienen una visión equivocada de lo varonil”

por 

- El cineasta alemán visitó Madrid para presentar su último film, que combina las aventuras con el drama y está protagonizado por un boxeador accidental que dista bastante de ser un padre perfecto

Dominik Galizia • Director de Rock’n’Roll Ringo

Para cerrar la programación del XVII German Film Fest Madrid (11-15 junio) se proyectó la película Rock’n’Roll Ringo [+lee también:
entrevista: Dominik Galizia
ficha de la película
]
, último trabajo escrito y dirigido por Dominik Galizia (Los lobos de Fígaro, El mundo de Heiko) y protagonizado por Martin Rohde. En una de las salas de los multicines Embajadores, sede del certamen, nos citamos con él.

Cineuropa: Viendo tu nueva película se percibe tu fascinación por el mundo del circo y las ferias ambulantes. ¿Te ha influido en esta devoción el haber trabajado en Disneyland París hace años?
Dominik Galizia:
Artísticamente no diría que Disneyland París me influyó. Fui allí porque quería ser doble de acción, y como vivía no muy lejos decidí trabajar allí como acróbata. Pero en ese momento no había nada interesante laboralmente en el parque, solo bailes estúpidos que no me atraían, así que decidí trabajar en la cocina, lo que sí me marcó personalmente, porque estuve al lado de compañeros franceses y pasé de vivir en mi ciudad natal a una vida mucho más independiente, lo que me marcó en el camino hacia la adultez.

Pero esos lugares donde trascurre tu largometraje poseen una magia y fotogenia especiales, como se ha visto, por ejemplo, en Extraños en un tren (de Alfred Hitchcock), Freaks (Tod Browning) o Juego de lágrimas (Neil Jordan).
Sí, también en Carnival of souls (1962), film en blanco y negro dirigido por Herk Harvey. Esta es mi tercera película: en la anterior también me acercaba a la clase trabajadora, pues me preocupan los problemas de las personas sencillas. En El mundo de Heiko todo transcurría en un bar, aquí sucede en una feria y en el circo. En ambos mundos se juntan personas de la clase alta y la trabajadora, hombres y mujeres de todas las edades sin importar sus procedencias. Yo vengo de Alemania Occidental, donde el mundo del circo y las ferias es más popular que en Berlín. Allí vi ese tipo de boxeo, cuando yo tenía 12 años, eran los noventa y me fascinó aquel mundo. Obviamente, no sabía que haría una película sobre un boxeador, pero ya me pregunté qué tipo de gente se plantea viajar por Alemania pegándose. No me interesa el boxeo en sí, sino la persona que hay detrás, que intenta romper con su mundo, dinamitar las barreras y, casualmente, cae en ese universo de las ferias. Creo que mis películas son de un realismo hiper estilizado: he rodado en 35 milímetros, lo cual me permite darle una imagen especial, pues no hay manera más bonita de plasmarlo.

¿Pero tendrá que ver también en la estilización de tus imágenes el hecho de haber realizado numerosos video clips previamente?
Definitivamente me influyó. Llegué a Berlín el año 2010 y me introduje en un colectivo de músicos y trabajé con raperos en sus vídeos. Compramos una cámara de 16 mm y evolucioné en esa dirección. En todas mis películas he mezclado además actores naturales o amateurs con profesionales: por ejemplo, en El mundo de Heiko aparecían muchos bebedores. Y en ésta también he contado con gente real que le da autenticidad al largometraje.

Pero rodar en lugares abarrotados de gente no será fácil… y además en 35 mm.
¡Horrible! Antes de rodarla pensé: ¿dónde me estoy metiendo? Porque filmar en un lugar lleno de gente y con actores no profesionales… me sentía fatal antes de cada jornada, como si tuviera 21 años, preguntándome si lograría rodar lo que quería. Ahora entiendo que construyan las ferias o circos especialmente para una película, pero yo quería esto otro: buscaba la autenticidad de los reales.

¿Cómo definirías a Rock’n’Roll Ringo: como comedia dramática, familiar… ¿de aventuras?
Mezclo los géneros, como hice con El mundo de Heiko. Esta nueva es un drama de acción, dos géneros que rara vez se combinan. Eso, más el retrato de la clase trabajadora.  

También abordas en ella el tema de la paternidad. ¿Por qué incluir este conflicto?
Todas mis películas tienen algo de autobiográfico: hablan sobre aquello con lo que crecimos o las experiencias familiares vividas, y cuanto más mayor te haces, reconoces aquello que tal vez te faltó y querrías hacer de manera diferente. En este nuevo film hay silencio y falta de comunicación. Muchos espectadores me han dicho que la cinta les ha hecho reflexionar sobre su condición de padres. Ese es uno de los objetivos del largometraje. Porque hay muchos hombres que tienen una visión equivocada de lo que es ser hombre, de la familia y lo varonil.

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