Daniel Sánchez Arévalo • Director de Rondallas
“Siempre intento no forzar ni la comedia ni el drama”
por Alfonso Rivera
- El cineasta se enfrenta a su trabajo más comercial y popular, rodado en Galicia y donde ha intentado transmitir la energía de las formaciones musicales del título original

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ficha de la película] llega a las salas españolas (de la mano de Beta Fiction Spain) el mismo día que comienza 2026. Por este motivo mantuvimos la siguiente charla con su director, Daniel Sánchez Arévalo, que ya presentó esta cinta en el Velódromo de la última edición del Festival de San Sebastián.
Cineuropa: ¿Nace Rondallas como un encargo o fue en su germen una idea original de producción que tú has desarrollado?
Daniel Sánchez Arévalo: La idea original es mía, pero nace de un video de YouTube que me enseña mi amigo y productor Ramón Campos, donde se ve a una rondalla, con toda la tradición gallega y sus instrumentos, interpretando una versión de un tema de la banda heavy AC/DC. Se me puso la carne de gallina. Ramón me propuso hacer una película sobre eso. Fui al primer ensayo de una rondalla con cien personas, al sur de Vigo, ninguna de ellas era profesional, pero estaban allí por amor a la música, con un gran sentido de comunidad, con un caos armonioso y esa energía que transmitían me fascinó. Ahí decidir rodar una película con eso mismo que me transmitieron mientras los veía ensayar.
¿Se podría subtitular, homenajeando otra cinta tuya, La gran familia gallega?
Sí, por supuesto, se podría llamar así. Lo importante es que yo, madrileño de sangre cántabra, hiciera una inmersión total en ese universo desconocido para mí, por eso decidí que el equipo técnico y artístico fuera mayoritariamente gallego. Eso me daba seguridad para saber que todo lo que hacía tuviera verdad. He salido de allí con una gran familia gallega, tanto gente del equipo del film como los responsables de la rondalla real con la que rodamos. Se dio un hermanamiento muy bonito que perdura hasta hoy.
Pero… ¿cómo explicarías qué es una rondalla para un no español que lea estas líneas?
Una rondalla es un grupo aficionado de música: dependiendo de qué parte del mundo estés, son diferentes. Pero todas son agrupaciones locales, con una idiosincrasia concreta: en este caso del sur de Vigo con gaitas, percusión, castañuelas, panderetas y otros instrumentos autóctonos. Fue como descubrir una perla dentro de una ostra y me animó a enseñar esto al mundo.
Como cántabro, ¿te sientes cerca de esos exteriores donde el mar está tan presente?
Sí, una de las cosas que más me cautivó del proyecto es que soy un chico del norte y sentí mucha afinidad con el paisaje: eso me dio gran libertad interna, sensación de aire y de respirar. Siempre digo que acabaré viviendo en el norte: siempre que puedo, quiero rodar en Cantabria. Filmar en un pueblo como A Guarda, tan bonito, me hizo sentir como en casa, contemplando el mar cuando te levantas, el rumor del agua cuando te vas a dormir… me ha hecho muy feliz rodar allí.
¿Cómo has combinado actores profesionales (Javier Gutiérrez, Tamar Novas y María Vázquez entre otros) con naturales, músicos con aficionados y las escenas íntimas con las de multitudes?
Ha sido muy chulo. La rondalla Gran Sol está formada por gente que nunca se puso delante de una cámara y se generó un clima especial durante el rodaje. Empezamos la producción filmando con ellos durante dos semanas y media. El cine es algo pesado porque es repetición, lento, con tiempos de espera, y la gente de la rondalla lo entendió, se volcó y no flaqueó en ningún momento. Esa buena energía contagió a los actores profesionales y se mantuvo durante el resto del rodaje, cuando filmamos las escenas de cada uno de ellos.
¿Cuál es la fórmula para mezclar temas serios como el duelo o las enfermedades mentales con el humor y los chistes sin que chirríe?
Lo que más me importa es hacerme mejor en el arte de mezclar humor y dramas. Si me emocionas y haces reír como espectador me tienes ganado con esa película. En todos mis trabajos me gusta mezclar comedia y drama. Mis comedias favoritas parten del drama, porque le da más relevancia a todo. Ahí entró el caso del naufragio pesquero en Rondallas, una historia coral con distintos hilos de donde tirar, como una comedia romántica adolescente, otra sobre rehacer la vida en edades adultas y reparar del luto, con un sacrificio vinculado al amor, con una parte más cómica liderada por Tamar Novas, que permite tener esos puntos de humor más abiertamente graciosos. Siempre intento no forzar ni la comedia ni el drama. Espero ir mejorando con cada película en ese oficio de mezclar ambas cosas.
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