Mercedes Alvares • Directora
'La sombra del tiempo'
por Fabien Lemercier
- Una directora humanista que vaga libre en los amplios campos del documental
La directora española Mercedes Álvarez se encontró con Cineuropa en París para hablarnos de la génesis de su primera película, El cielo gira. De su debut original al tema de su película, su elección de hacer un documental, y su éxito en muchos festivales, la directora narra toda la aventura. Su punto de vista humanista y sus fuertes convicciones se manifiestan en El cielo gira, donde da libertad a su mente inconvencional.
Cineuropa : ¿Por qué hiciste el pasar del tiempo como tema principal de tu película?
Mercedes Álvarez: La película trata de lo rápido que vuela el tiempo. El cine es uno de varios artes que permite tratar con tiempo, mostrar cómo este pasa y los imperceptibles trazos que deja en la gente y las cosas sin darse cuenta. La necesidad de poner esto en una película también viene del hecho que el cine puede parar el tiempo, congelar la imagen para verla de cerca. El séptimo arte permite al artista mostrar la sombra del paso del tiempo, y para la gente que realmente sabe lo corta que es la vida es hablar de la vida y la muerte. .
¿Por qué elegiste Soria, en Castilla, como telón de fondo para ilustrar esta idea?
Hay muchas ruinas en esta provincia, restos de varios periodos históricos ahora coexistiendo en el mismo tiempo y lugar. Allí, realmente puedes sentir en tu cuerpo la presencia de estas ruinas. Como muestro en mi película, gente diferente, en tiempos diferentes, vinieron a vivir aquí, y toda esta historia demográfica deja trazos (la torre árabe, las ruinas romanas…). Los individuos locales son conscientes del hecho que cada cultura termina por desaparecer y ser reemplazada por otra. Eventualmente, la historia se repite a si misma civilización tras civilización.
Como la naturaleza, es su ciclo.
Soria es también muy silenciosa, lo cual hace la presencia del pasado más obvia –mientras grandes ciudades relatan el futuro.
¿Porqué hiciste un documental, tras tu debut con una ficción?
Me sentí como volver a los orígenes del cine, a la inocente perspectiva contemplativa que la gente solía tener en imágenes. Ahora las imágenes están en todos sitios y cada uno tiene la intención de descartarlas. Por el contrario, cuando una imagen está todavía y el espectador puede observar e interpretarla a voluntad, realmente recupera la habilidad de ver. Es importante dejar al espectador libre, como hace Kiarostami, por ejemplo. Estoy tan preocupada que me quería referir a la tradición en el documental, empezando por Robert Flaherty e intentar, como hicieron los pioneros, salir a la calle y ver qué sucede fuera. La idea es no cumplir convenciones predeterminadas pero tener experiencia con la realidad y reaccionar como corresponde. Hacer un documental me permitió evitar las reglas estrictas que aplican la ficción e investigar mi tema más a fondo. Además, estar en la aldea me condujo a poner en la película lo que viví allí y compartí con los locales. En España, El sol del membrillo de Vitor Erice abrió definitivamente mis perspectivas a los documentales, para Erice renunciar a usar actores y textos escritos por diálogos privilegiados con realidad. Lo que es interesante en los documentales ciertamente es no detener la realidad con la gramática de la ficción, pero relatar elementos separados tales como la aldea y el pintor que rodé. Mi enfoque está cerca de Chris Marker.
¿Fue difícil financiar El cielo gira?
No, no lo fue, fue encargado para ello al Master de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, de acuerdo con Canal +. Más tarde, el ICAA ayudó a completar los 500.00€ de presupuesto. Empecé a rodar con un DigiBeta y luego cambié a DV Cam. Creo que continuaré trabajando entre el documental y la ficción. El éxito de El cielo gira en los festivales internacionales fue una gran sorpresa pero me hizo entender que el público es sensible a historias contadas de una manera confidencial subjetiva pero con un tema universal.
¿Qué opinas de las películas españolas contemporáneas?
El problema aquí es que las películas tienden a ser muy académicas en cuanto al punto de vista formal. Los directores intentan copiar a los americanos y las películas están hechas para ser vendidas. Los trabajaos independientes son raros y tienen problemas a la hora de encontrar pantallas en las que proyectarse, desde que los productores americanos asumen el 80-90% de las salas. Son disponibles pocas pantallas para películas españolas, y normalmente se reservan a producciones nacionales tales como títulos de Almodóvar y Amenábar. Como resultado, queda una pequeña sala para películas españolas, sin mencionar las producciones europeas. Y cuando las películas se hacen ocultas, ¿de qué sirve?