06/09/2005

Ya premiado en Berlín y Cannes, el cineasta francés Patrice Chéreau intenta este año serlo también en la Mostra de Venecia donde su filme Gabrielle [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], interpretado por Isabelle Huppert y Pascal Greggory, impresionó a los críticos por su gran riqueza visual y la fuerza del relato centrado en una pareja en crisis aguda. Pasajes elegidos de la conferencia de prensa.

¿De dónde vienen las elecciones audaces de realización de Gabrielle, en particular los pasajes del blanco y negro al color, y algunas réplicas que aparecen bajo una forma escrita en la pantalla?
Cuando comencé a trabajar sobre la película, quería realizarla enteramente en blanco y negro y en cinemascope, y comenzar con este hombre que habla sin cesar. Pero el episodio del vaso que se rompe me dio la idea de este pasaje al color con el contraste de una secuencia muda. También me gustó escribir diálogos sobre la pantalla ya que los gritos y los aullidos son más interesantes escritos que si se debiera escucharlos. Tomo todas las posibilidades que me ofrece el cine, incluidos los fundidos.

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¿En qué grado pretendió establecer un contraste entre la puesta a distancia y la belleza helada de la película, y una gran modernidad en el propósito?
Este contraste es voluntario. Hice la apuesta que habría un enorme placer a sumergirse en este mundo de 1912, pero que al final de un 1/4 de hora, el espectador se encontraría con una pareja moderna. La reconstitución histórica opera un efecto de lupa. Ya que si las cosas cambiaron visualmente, no cambió nada para la vida a dos que es de todas las épocas.

¿La infidelidad es el tema central de Gabrielle o un simple síntoma del malestar en esta pareja?
El retrato no es el de una mujer que traiciona. Su partida y su regreso permanecen incomprensibles para el marido. Se trata más bien del relato de una pareja que se derrumba con repentinamente una sociedad que aparece sin ley, sin dios, sin finalidad. Todo el mundo es infiel, no es importante. El verdadero tema, es la historia de una pareja que olvidó el cuerpo, el deseo, la comunicación, con una mujer que se va, que vuelve sumisa al hombre pero que dice sus verdades.

¿Cómo se sitúa en relación al debate sobre la teatralidad de sus películas?
He pasado 20 años de mi vida a escuchar que yo hacía teatro y cine. En la actualidad, no tengo ya ninguna timidez con relación a eso. Los que dicen que mi trabajo sólo es teatralidad creen verlo, pero en realidad las normas del teatro son justo aplicables a la dirección de actor. Pienso que soy más bien un "entrenador" que sabe organizarlo todo, (el vestuario, el sonido...) y encontrar los mejores para hacer crecer el filme.