03/07/2006

Después de haber dirigido Le Forum des Images, Michel Reilhac es el responsable de Arte France Cinéma desde el 2002. Personalidad ineludible del paisaje audiovisual y cinematográfico francés, acaba de publicar con el editor francés Séguier un libro de entrevista con Frédéric Sojcher, Arte et le Cinéma, Le désir d’autre chose.

Cineuropa: Ud. escribe que la televisión ha desarrollado su propia gramática audiovisual, volviéndose un potente narcótico. ¿Cuándo se llevó a cabo el divorcio con el cine?
Michel Reilhac : El vuelco se hizo en los años 90, creo, cuando los ingresos de la publicidad en la televisión estallaron. Los programas televisivos se volvieron, en función de su impacto de audiencia, un argumento para vender espacios publicitarios. Hace apenas tres o cuatro años, el cine era la locomotora de audiencia en Francia. Hoy, es el telefilme y la tele-realidad. La falta de compromiso de las cadenas respecto del cine fue marcada por la supresión progresiva del cine en prime time, espacios más caros y más codiciados por los anunciadores. Y la televisión ha desarrollado su propia gramática, rudimentaria, muy dividida, para mantener al espectador pendiente en el momento del espacio publicitario. Mucha gente, según mi opinión, prende la televisión sin mirarla y mantiene con el flujo televisivo una relación indiferente. Al contrario, cuando se decide mirar una película, por intermedio de la televisión, de una DVD o de un Video a la demanda, se pasa un pacto: se acepta la duración. El divorcio entre estas dos temporalidades crece.

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¿El problema del cine no es entonces sino un problema de soporte?
No. Esta frase de Godard que decía que la televisión es mirar hacia abajo y el cine es mirar hacia arriba, no es verdad. La relación que se puede mantener con una película ya no pasa automáticamente por la gran pantalla. Hoy, los filmes de autor no tienen el tiempo de existir en el deseo del espectador que no tiene tiempo, él, de individuarlos porque este cine no tiene los medios financieros para luchar contra las grandes maquinarias comerciales. Es necesario aprovechar la oportunidad que representa la multiplicidad de los suportes por los cuales el cine es accesible para intentar federar de alguna manera todos los grupos de mercados cinéfilos.

ARTE produce cerca de 25 filmes de autores por año. Ud es regularmente atacado por las elecciones que hace.
Frente a la masa de proyectos propuestos, tratamos de estar presentes al lado de jóvenes autores y de ayudar a autores experimentados que nos necesitan porque las otras cadenas ya no los respaldan. Tratamos también de tener una diversidad de género, una diversidad geográfica: la mitad de los filmes que producimos es francesa y la otra , internacional. Las criticas que se nos hacen son el reflejo, en mi opinión, de una nostalgia por una época donde todo era más fácil para estos filmes. Nosotros producimos contra viento y marea L'Homme de Londres (lit. "El hombre de Londres") (leer la news), el próximo filme de Béla Tarr, un gran cineasta, uno de los más importantes de este siglo, creo. Es increíble: hacer existir este cine hoy en producción, es casi imposible! Difundir sus filmes, comprarlos, mostrarlos, no es para nada evidente. Y favorecer la circulación de obras a la escala europea, es fundamental para nosotros: queremos defender el cine como forma de expresión artística cada vez muy singular pero también esta idea de que es el vehículo privilegiado del imaginario de un pueblo y de una cultura.

La entrevista filmada en el portal de Cinergie.