18/11/2008 - “Describo el amor y la familai. Pero hacer cine en Portugal es aún muy difícil”

4 Copas es el único título portugués en la Sección Oficial en competición del Festival de Cine de Estoril. El nuevo trabajo de Manuel Mozos ha sido producido por Maria João Sigalho para su compañía Rosa Filmes, que entre otras producciones ha realizado el próximo filme de João Pedro Rodrigues. Cineuropa ha encontrado a Mozos y a Sigalho en el prestigioso Casino de Estoril tras la proyección de la película en el festival para hablar sobre el retrato de una familia que hace Mozos y sobre la situación de la industria cinematográfica portuguesa.

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Cineuropa: 4 Copas es la historia de la reconstrucción de una familia, pero también es una historia de amor, donde los destinos de los cuatro personajes se encuentran y chocan irremediablemente
Manuel Mozos: Es verdad, esta película habla de amor y de relaciones intergeneracionales. Lo que quería explicar es que el amor es fruto de una serie de casualidades. A veces pensamos que tenemos lo que queremos o que sabemos qué es lo mejor para nosotros, pero luego nos encontramos frente a situaciones inesperadas que sacuden por completo nuestra vida. Es lo que sucede a los personajes de la película. Gabriel, por ejemplo, es un hombre de 50 años, satisfecho con la seguridad de su segundo matrimonio, ve cómo el mundo se desmorona a su alrededor cuando su mujer Madalena le confiesa que tiene un amante. Ésta, a sus 40 años, no quiere aceptar el inexorable paso del tiempo y cree poder comenzar una nueva voda con Miguel, que tiene unos diez años menos que ella. Pero también Madalena se ve sujeta a los imprevistos y coincidencias de cualquier relación. Del mismo modo que Diana, la hija del primer matrimonio de Gabriel, que intenta manipular el destino del resto de personajes seduciendo a Miguel.

Has hablado de relaciones entre distintas generaciones.
Manuel Mozos: Sí, cada personaje representa una generación distinta, cada una con sus debilidades y sus virtudes. Diana encarna la ingenuidad de los veinte años, Miguel, ya a los 30, está frustrado y un poco indeciso, Madalena se encuentra en mitad de una crisis de mediana edad y no logra resignarse a una vida diaria exenta de grandes emociones, mientras Gabriel valora principalmente la seguridad y el bienestar de su familia.

¿Por qué ha elegido el títulos 4 Copas (literalmente, Cuatro de corazones)?
Manuel Mozos: Se refiere en primer lugar a las cartas. El juego es algo constante en esta película, todos los personajes juegan a su modo. Para Gabriel es un pasatiempo, cuando toca fados o juega a fútbol en el barrio. Para Madalena es una droga, un vicio, los juegos de azar, donde cae cada vez más conforme aumentan sus penas de amor. Miguel juega en su tiempo libre, con la videoconsola portátil, para combatir el aburrimiento, y en el gimnasio, donde hace escalada. Diana, por último, juega con los sentimientos de Miguel. Los cuatro corazones del título representan por último los cuatro protagonistas de la película y sus sentimientos.

¿Es difícil hacer cine en Portugal?

Manuel Mozos: Sí, para un director es bastante complejo encontrar un productor que quiera producir su película y la dificultad se encuentra en la búsqueda de financiación.
Maria João Sigalho: Sí que es muy difícil, sobre todo para los directores jóvenes que en este país, al contrario que en otros como Francia, se ven muy perjudicados. Portugal produce una media de diez películas al año. El problema es que hay muchos directores pero poco dinero. Nos sentimos muy afortunados, ya que 4 Copas ha encontrado rápidamente la financiación necesaria. Los problemas principales son la búsqueda de financiación. Es como cuando uno se encuentra en mitad de un atasco. La película existe, pero estamos obligados a pasar por un proceso que puede durar años.

¿Creéis que se dan las circunstancias para una evolución, una mejora de las condiciones del cine en Portugal?
Maria João Sigalho: Los directores están comenzado a ceder. Buscan la ayuda de los productores para resolver los problemas económicos y hacer una buena película. La coproducción con otros países es sin duda una solución pero en cualquier caso estamos muy lejos de disponer de una industria cinematográfica sólida. Las cosas tienen que cambiar. Es necesario. Hay que dar a los directores la oportunidad de hacer sus películas. El cine es una de las grandes riquezas de un país, forma parte de su cultura, un cine próspero es un punto de fuerza para su país y su prestigio.