27/01/2009

El rostro de Alba Rohrwacher, que ha estrenado cinco películas sólo en 2008, se ha hecho con un hueco entre el gran público, que comenzó a habituarse a él con los papeles secundarios de Mi hermano es hijo único [+lee también:
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entrevista: Daniele Luchetti
entrevista: Riccardo Tozzi
ficha de la película], de Daniele Luchetti, o Days and Clouds [+lee también:
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ficha de la película], de Silvio Soldini, gracias al cual ganó su primer David de Donatello. Sin embargo, este año ha tenido su gran consagración interpretando a las protagonistas de Riprendimi, de Anna Negri, y Il papà di Giovanna, de Pupi Avati.
Cineuropa: ¿Qué te esperas de esta experiencia en los Shooting Star?
Alba Rohrwacher: Siento mucha curiosidad, querría ver el trabajo de algunos de mis compañeros. Algunos, como el de Hafsia Herzi en Cuscús [+lee también:
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entrevista: Hafsia Herzi
ficha de la película], los he visto en el cine, y tengo muchas ganas de conocerlos. Es a través del conocimiento que nace el enriquecimiento.

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¿Cuáles han sido los momentos más importantes de tu carrera?
Para empezar, estudiar en el Centro Sperimentale di Cinematografia, donde me dí cuenta de que mi pasión por la interpretación podía convertirse en un trabajo. Luego, el encuentro con algunos actores que me han enseñado muchísimo. Debo muchas cosas sobre todo a Luchetti y Soldini, que me han regalado personajes pequeños pero construidos con mucho cuidado.

¿Cómo has vivido el salto a los papeles protagonistas?
Riprendimi, una película independiente, pequeña pero quizás por esto especialmente querida por todo el equipo, me ha enseñado qué significa estar en escena desde el principio hasta el final, ser el punto cardinal de la película. Luego ha llegado Il papà di Giovanna, una experiencia fatigosa pero muy emocionante. Me he confiado a Pupi Avati, a la sensibilidad con que despoja a los actores de todos sus ambages para llegar a la esencia de los personajes.

Junto a estas películas muy conocidas has trabajado en otras menos famosas.
Son películas a las que me siento muy unida, como 4-4-2 Il gioco più bello del mondo o Non c'è più niente fare [+lee también:
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ficha de la película]. O In carne e ossa, de Christian Angeli, con quien trabajé en un corto que ganó muchos premios, Fare bene mikles, una opera prima compleja, muy psicológica. Un debut de bajísimo presupuesto, terminado desde hace dos años pero aún a la espera de un distribuidor.

¿Nos puedes comentar algo sobre tus próximos proyectos?
En marzo, cuando comenzaré el rodaje de la nueva película de Silvio Soldini, se estrenará Due partite, de Enzo Monteleone. Es un proyecto interesante que se enfrenta a más de un reto: adaptar al cine un exitoso texto escrito para el teatro por Cristina Comencini, respetar su ambientación en interiores y dar a un hombre la dirección de esta historia totalmente femenina, con un reparto de actrices fantástico.

Mientras tanto has tenido la oportunidad de trabajar con otra gran actriz.
Sí, interpreto a la hija de Tilda Swinton en Io sono l¹amore, de Luca Guadagnino, un autor con un gran gusto visual. La película narra la historia de una mujer de la alta burguesía de Milán que se enamora de un cocinero más joven que ella. Tilda, uno de mis puntos de referencia desde siempre, es una actriz sorprendente, muy energética y generosa.

Y luego está L¹uomo che verrà, de Giorgio Diritti.
Más que una película, ha sido una experiencia vital. Narra la masacre nazi en Marzabotto, pero todo a través de los ojos de una niña. El guión, lleno de poesía, se sustenta en la mirada de la protagonista, puro, libre, delicado, y describe de modo auténtico la vida de una familia de campesinos.