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Patxi Amézcua • Director

“Adrenalina y tensión en un rodaje dinámico”

por 

- Este guionista, nacido hace 40 años en Pamplona y formado en Los Ángeles, debuta como director con un thriller que abrió la sección Zonazine del 12º Festival de Málaga

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es ese montaje febril y dinámico, poco habitual en el cine español.

Patxi Amézcua: Yo quería rodar una película con ritmo. Quería ser agresivo en el rodaje y en el montaje, rodar muchos planos para poder hacer una película dinámica, por eso a veces dábamos por buena una segunda o tercera toma y a correr; no estaba perfecta pero sabía que tenía una parte buena ya y prefería rodar otra posición de cámara, porque así tendríamos más opciones en el montaje. Eso nos obligaba a rodar contrarreloj, lo cual me gustó: un poco de adrenalina y tensión son buenas en el rodaje.

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¿De dónde nació la idea de la película?
A mí me funciona la superposición de ideas. Había oído hablar de una especie de matón local, de "cobrador del frac" que utilizaba métodos contundentes para convencer a quien le debía dinero para que finalmente le pagase. Me parecía un personaje interesante. Luego oí de alguien que robaba coches pinchando sus ruedas: así, cuando el conductor se bajaba del auto a mirar el neumático, le robaba. Eran dos personajes que podían dar juego, y a partir de ahí fui construyendo la trama.

¿Resultó fácil poner en marcha una película de género, un thriller concretamente?
En España es difícil levantar cualquier proyecto, incluso la comedia que crees que va a ser un taquillazo. Los productores financian las películas con una televisión y con las ayudas del Ministerio de Cultura. Si no tienes una televisión detrás, no tienes película o tienes una película muy pequeña. Tuvimos suerte, porque TVE entró desde el minuto uno: leyeron el proyecto y dijeron que sí: ya teníamos una pata de la mesa. Luego el ICAA y, como no teníamos presupuesto suficiente, recurrimos a una autonómica y buscamos coproducción con Cataluñya (TVC): entraron Ovideo y TV3. Así conseguimos montar el presupuesto, que no era el ideal, porque nos hacía falta un poco más de dinero, pero bueno. Lo ideal hubiera sido rodar una semana más para no ir tan ajustados. Rodamos seis semanas de cinco días: muy justos. Y nos faltaron medios: un cámara car, alguna grúa... Pero esa carencia creo que le ha dado un estilo más independiente y más cañero a la película. El presupuesto total es de un millón y medio de euros, de los cuales 300.000 euros son para copias y promoción.

¿Por qué rodar en Barcelona siendo usted navarro y viviendo en Madrid?
Por cuestiones de producción. Pero la historia funcionaba en cualquier gran ciudad. Yo la había situado en Madrid, quería rodar en el Matadero de Legazpi o en la Estación de Príncipe Pío, pero la coproducción obligaba a filmar en Barcelona y con el 25 % de los diálogos en catalán. Esa mezcla de lenguas es normal en Cataluña, y creo que funciona en la película, está perfectamente integrado. Eso también nos obligaba a trabajar con actores catalanes. Lo cierto es que el beneficio para Cataluña está muy pensado por parte de la Administración, porque invierten unos 500.000 euros, pero el dinero que se queda en Cataluña finalmente será seguramente el doble: todo el rodaje, las dietas, el catering, los actores, equipo técnico, etc. será de allí. Es una inversión que redunda en Cataluña. Gastan un dinero pero consiguen mucho más haciendo que el cine vaya a su región. Si la Comunidad de Madrid hubiera puesto ese dinero, hubiera redundado aquí.

¿Qué expectativas tiene ante el estreno de 25 kilates?
Está tan mal la taquilla en España que no sé… Espero que a los jóvenes les atraiga, por lo menos la película va más en esa dirección: es entretenida y pretende que el público pase un buen rato; mi esperanza es el “boca a boca”: que la gente que la vea hable de ella. Nos dicen en los festivales donde se ha exhibido que no parece una película española. La ven como una película de estilo diferente, se la creen y engancha. En Tudela, por ejemplo, el público la votó y ganamos un premio. Creo que la gente joven conecta con el thriller. Ésta no es una película de autor, pero al público que busca ese tipo de cine tampoco le va a disgustar, porque es muy digna.

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