John Truby, guionista
por Cineuropa
- Entrevista con el autor del libro "Anatomy of Story".
Como guionista, ¿cuáles son tus fuentes de inspiración?
Mi principal fuente de inspiración son seguramente filósofos como Nietzsche o Aristóteles y su enfoque naturalista de la historia. El significado de este enfoque es que una historia es un objeto vivo que crece: comienza con una idea original y va pasando por distintas etapas desde el principio hasta el final.
Otra de mis fuentes de inspiración son las películas norteamericanas de los años treinta y cuarenta en las que se contaban grandes historias con guiones muy bien construidos y directores como Billy Wilder. Otra gran influencia es la de la Nueva Ola francesa, no tanto por los directores sino más bien por sus historias, en las que lo personal es político.
La Nueva Ola francesa es bastante diferente de la forma clásica de redactar guiones…
Por supuesto, pero también creo que era un enfoque que utilizaba el cine como medio para contar historias; no se basaban en la forma clásica de redactar guiones, típica de los clásicos de Hollywood de esas décadas tempranas. Si pensamos por ejemplo en una película como Los 400 golpes, vemos que cuenta la historia del camino a la madurez de una manera completamente diferente a como lo habían hecho el resto de películas de esa misma temática hasta el momento.
¿En qué consiste el "método Truby" que describes en tu libro Anatomía del guión?
El principal objetivo de mi libro es revolucionar la enseñanza de la redacción de guiones. En los últimos 30 años la redacción de guiones cinematográficos se ha enseñado utilizando técnicas que no funcionan. Estas técnicas se basan en métodos conocidos como de "estructura en tres actos", y son las que aparecen en los libros. En mi opinión, este método consiste en la redacción mecánica de guiones que solo está recomendada para principiantes, a nivel profesional no es eficaz y los guionistas que leen estos libros se están dando cuenta de ello.
Mi libro Anatomía del guión y mis clases de redacción de guiones se basan en la idea de que los guionistas profesionales utilizan técnicas muy diferentes a las de los guionistas que no lo son. De esas técnicas, las más importantes y en las que se basa el "Método Truby" son la de los siete y la de los 22 pasos, ésta última más detallada, de cualquier gran historia.
Los siete y los 22 pasos son en realidad lo contrario al método en tres actos, puesto que en vez de ser mecánicos e imponerse a una historia desde el exterior, se integran y están presentes no solo dentro de la historia, sino también bajo su superficie.
Los siete pasos son las etapas básicas por las que pasa cualquier buena historia, independientemente del medio o género que se utilice. Incluso un anuncio de 30 segundos tendrá estos siete pasos si se trata de un buen anuncio.
¿Cuál crees que es la diferencia principal entre los guiones norteamericanos y los europeos?
Si por guiones estadounidenses entendemos los del todopoderoso Hollywood, estamos ante películas que parecen centrarse más en el espectáculo y los efectos especiales y que dan mucha importancia a sus estrellas, pero creo que esas no son las verdaderas claves de cómo funcionan realmente las historias en Hollywood.
Creo que la gran diferencia entre las películas norteamericanas y europeas tiene que ver con la estructura de la historia que presenta el guión.
Las historias estadounidenses son casi siempre secundarias, es decir, que tienen un único héroe que persigue un único objetivo con todas sus fuerzas y que lucha contra un solo rival principal. Estas historias se suelen basar en el argumento y ponen mucho énfasis en los géneros, sobre todo en la combinación de géneros, combinando dos o tres.
Lo bueno de las películas estadounidenses es que su fuerte son las historias y éstas gustan a los espectadores de todo el mundo, lo malo es su tendencia a la falta de profundidad y complejidad.
En cambio, las historias europeas suelen utilizar una estructura ramificada, o sea, que la historia suele tener múltiples protagonistas con sus propios objetivos, pero ninguno de estos objetivos tiene mucha fuerza. Estas historias se suelen basar en los personajes y ponen el énfasis en el mundo de la historia y en el efecto que la sociedad provoca en los personajes.
Hace poco describiste la evolución de la redacción de guiones televisivos en los Estados Unidos, y dijiste que los guionistas con más talento estaban trabajando ahora para la televisión norteamericana. ¿Podrías explicar esta idea un poco más?
En los últimos años la televisión norteamericana ha evolucionado mucho. En primer lugar, tenemos muchas series como “Mad Man”, "House" o " Daños y perjuicios", cuyos protagonistas son personajes complejos y diferentes en muchos aspectos.
En segundo lugar, estas series tienden a mezclar géneros de una forma única. Esta tendencia empezó hace muchos años con "Emergencias", en la que se mezclaba el melodrama hospitalario con el género de acción, algo que no se había hecho hasta entonces. Y también tenemos una serie (para mí la mejor de la televisión norteamericana) como "Los Soprano", con una interesante mezcla entre las historias de gángsteres y el drama familiar; o como "Seis metros bajo tierra" que mezcla el drama familiar con elementos del cine de terror, y "The Wire (Bajo escucha)" que combina crimen y drama épico en la ciudad. Y luego nos encontramos con series como "Perdidos" que combinan ciencia ficción y drama.
En tercer lugar, observamos una evolución que se puede relacionar con que series como "The Wire", "Perdidos" o "24" se aprovechan de las posibilidades que sólo la televisión es capaz de ofrecer, sobre todo en lo que concierne al argumento. La televisión, al contrario que el cine, te permite crear una amplia red de historias entrelazadas. El tipo de historias que escribían los grandes narradores del siglo XIX como Balzac, Víctor Hugo o Stendhal.
En cuarto lugar, observamos que ha habido una importante evolución en el hecho de que se está abandonado el protagonismo del "macho". Series de la cadena estadounidense HBO como "En terapia (In Treatment)", o las series policíacas (que son las más estables de la televisión norteamericana) o como "El mentalista" nos muestran personajes que utilizan la intuición y la observación, en vez de la fuerza y la violencia.
Volviendo a por qué los guionistas con más talento trabajan en televisión, podemos dar varias razones. La primera es que en los EE.UU. la televisión está controlada por los guionistas y no por los productores o los directores, ellos son quienes realmente llevan la serie y no dependen de una estrella o un director.
Otra de las razones es que los guionistas que trabajan para la televisión ven su trabajo terminado como una película tan sólo unas semanas después de haberlo escrito, lo que les permite ver las reacciones y actuar en consecuencia. Algo que tiene un valor incalculable.
Los guionistas televisivos escriben mucho más que los que trabajan en el cine, por ejemplo, puede que tengas que escribir hasta 24 episodios de una hora para una sola temporada, mientras que en el cine escribirías un guión para una película de dos horas en un año, y además es un guión que casi nunca se termina.
Otra razón es que el espectador tiene el mando de la televisión, lo que significa que los guionistas televisivos tienen que contar grandes historias que enganchen.
Posiblemente, la razón principal sea que en los EE.UU. el dinero está en la televisión. En la televisión es donde más puede ganar un escritor, así que es ahí donde guionistas como Alan Ball o John Wells quieren trabajar.
Has afirmado que la estructura es el factor más importante de una película. ¿Podrías dar dos ejemplos de una película europea y otra norteamericana que tengan una buena estructura y explicar por qué? Como ejemplo de película europea elegiría la francesa Hace mucho que te quiero (2008) de Philippe Claudel. A priori parece que la película tiene una estructura floja y en episodios, pero eso se hace al principio de la película simplemente para recalcar el día a día de la verdadera vida familiar.
Si profundizamos un poco más, vemos que la estructura está muy cohesionada. Por ejemplo, las revelaciones son una de las claves para una buena estructura de la historia. La mayor parte de escritores de dramas tiene dificultades para encontrar las cosas pequeñas. Pero lo que destaca es la forma en la que se cuenta la historia, también porque el guionista basa la historia en un drama familiar real. El cambio que experimenta el personaje, que tiene lugar al final de la historia, es muy sutil pero parece muy real. Otra clave importante para una buena estructura es que, durante la película, el argumento parte siempre del personaje.
En cambio, para una película norteamericana, escogería El Caballero Oscuro (2008) de Christopher Nolan. Este tipo de estructura es muy diferente, porque como dije antes, en las películas de Hollywood todo se basa en el género, y la historia de El Caballero Oscuro pertenece claramente a un género en particular.
Lo que la hace especial es que trasciende su propio género, es decir, que cuenta su historia de una forma tan original que la hace una obra de arte única. Una de las marcas de una buena estructura es lo que yo llamo la red del personaje, que es cómo sitúas a tu personaje principal frente al resto de personajes. "El Caballero Oscuro" utiliza muy bien esta importante técnica.
Por ejemplo, el primer personaje que hay que comparar con Batman es su máximo rival, Joker, uno de los mayores rivales de los viejos tiempos. Por lo que si a Batman se le conoce como el Caballero Oscuro, Joker es el Filósofo Oscuro, él es, literalmente, el autor de la ciudad de Gotham y él construye toda la trama. Realmente, es una visión moral muy oscura, y lo que es más interesante es que se hace a través de la historia y a través de la estructura de la historia.
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