11/09/2009

En el documental presentado en las Jornadas de los Autores Girls, Life is Trembling(algo así como "Chicas, la vida se estremece"), Paola Sangiovanni entrevista a cuatro mujeres y, combinándolo inteligentemente con algo material de archivo, hace una revisión del movimiento feminista entre los años 60 y 70.

La directora se centra sobre todo en la violencia que reinaba entonces en la sociedad italiana; véase como ejemplo más claro el hecho de que la violación no se considerara un delito contra la persona, sino contra la moral pública, hasta mediados de los 70. Ante tal clima social, las mujeres se levantaron, crearon clínicas para aquellas que hubieran sido víctimas de una violación, lucharon para que legalizara el aborto y, al mismo tiempo, empezaron a exigir poseer los mismos derechos civiles que los hombres. En este film, para el Sangiovanni se ha documentado ampliamente, ésta ha evitado la retórica y ha dejado así que las emociones y los acontecimientos hablaran por sí mismos.

El film culmina con la muerte de Giorgiana Masi en 1977, una joven estudiante que la policía disparó durante una manifestación en la que se celebraba el tercer aniversario de la Ley del Divorcio en Italia. Este trágico evento marcó en muchos aspectos el fin de un gran número de movimientos sociales, pues muchos facciones extremistas de izquierdas se fueron pasando al terrorismo (las Brigadas Rojas) y esto desembocaría en una represión aun mayor por parte del gobierno.

Sangiovanni presentó la película junto con dos de sus protagonistas, la periodista Marina Pivetta y la actriz Alessandra Vanzi. La directora declaró que había hecho esta película porque "la memoria está íntimamente conectada con la identidad y por ello es muy importante conocer nuestra historia si queremos comprender nuestro presente". Por otro lado, las tres estaban de acuerdo en que la mujer seguía siendo víctima de violaciones (tanto en el sentido estricto del término como refiriéndose a la violación de sus derechos) pero de una forma más sutil.

Vanzi también echó la culpa a las drogas para justificar la disolución y el adormecimiento de los diferentes movimientos de la época y comentó que en los 80 sus amigos pensaban que estaba loca por seguir creyendo en los ideales de la década anterior. "El falso hedonismo, unido de forma intrínseca a la cultura de las drogas, y la terrible imagen de la mujer que se difundía en los canales privados creados en los 80 nos intentaron hacer creer que el hecho de que las mujeres compraran y vendieran su cuerpo representaba la libertad. Sin embargo, era una falsa libertad".

De este modo, la película da un giro completo: las entrevistadas empiezan contando sus historias personales, que se mezclan con la historia colectiva del movimiento feminista, y terminan hablando de cómo hombres y mujeres tienen que reunirse de nuevo para luchar contra la violencia y las muchas injusticias que aun existen hoy día.

Meta Film y Fake Factory han producido la cinta, finalizada justo antes del Festival de Venecia, con un presupuesto de 250.000€. Ahora, la productora Laura Cafiero ha comentado que están empezando a buscar un distribuidor en Italia.

(Traducción del inglés)