Moon, un trabajador precario de viaje por el espacio
por Elisa Cimino
Cuando tu padre es un mito de la música popular como David Bowie, no tiene que ser fácil demostrar a todo el mundo que posees una identidad artística original e independiente de tu familia. Y a pesar de ello el talento del joven realizador Duncan Jones, o Zowie Bowie para quien lo prefiera, está convenciendo al público y la crítica de media Europa gracias a Moon [+lee también:
tráiler
ficha de la película], que no deja de coleccionar premios.
Tras ser estrenada a primeros de año en Sundance y pasar por alrededor de veinte festivales de todo el mundo, Moon fue proyectada domingo por primera vez en Portugal, en la abarrotada sala del Centro de Congresos de Estoril, como parte del festival que está celebrando en esta ciudad y se prolongará hasta el próximo sábado, día en el cual se entregarán los premios, entre ellos el Cineuropa a la mejor película europea.
El protagonista de la película, Sam Bell (Sam Rockwell), está a punto de terminar su misión en Selene, la base lunar donde desde hace tres años y en completa soledad (a excepción de Gerty, un ordenador dotado de brazo mecánico, palabra y expresión a través de smileys) está trabajando en la extracción de Helio 3, un valiosísimo gas que supondrá el fin de los problemas energéticos en la tierra. Su contrato de tres años con la compañía Lunar está a punto de terminar y dentro de dos semanas Sam podrá volver a estar con su mujer Tess y su hija Eve, con las cuales sólo ha podido hablar con video-conferencias.
Pero, durante una expedición fuera de Selene, Sam cree ver la figura de un hombre. Descubre así que no está solo y, peor aún, que ese otro hombre es otro Sam, un clon suyo. Sam y su doble, tras una inevitable animarversión inicial, se dan cuenta que han sido víctimas de un gran engaño. Son clones de otros clones del primer Sam, que llegó a Selene muchos años atrás. Sam es una pieza magistralmente diseñada por Lunar para seguir adelante con el delicado trabajo sin perder la productividad y su vida ha sido dirigida durante años para que tuviera los impulsos necesarios para continuar, como una identidad, una familia, un pasado y un futuro.
Moon, donde no faltan las referencias a las grandes películas de ciencia ficción de los años 70 y 80, sin olvidar otras más recientes como El show de Truman, se posiciona a mitad camino entre la ciencia ficción y la comedia, con un retrato de un trabajador moderno, o quizás deberíamos decir de ciencia ficción, un solitario con un trágico destino.
La cinta, producida por Liberty Film UK y Xingu Films, ha llegado ya a varios países europeos, como el Reino Unido, España, Holanda o Grecia, mientras que hará lo propio este miércoles en Bélgica (Kinepolis Film Distribution), el jueves en Portugal (Castello Lopes), y antes de que termine el año en Italia (14 de diciembre con Sony Pictures) y Estonia (11 diciembre).
(Traducción del italiano)
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