02/12/2009

Ingresos reducidos a la mitad desde 2004 hasta hoy y aproximadamente 1.000 videoclubes cerrados en los últimos veinte meses. Éstas son las consecuencias de las cada vez más comunes descargas ilegales de obras audiovisuales protegidas por derechos de autor, unidas a la crisis económica.

La evolución tecnológica y la amplia difusión de la banda ancha han favorecido el fenómeno del intercambio ilegal de música y cine. La asociación italiana ANVI, que reúne a los videoclubes, ha solicitado la intervención de la Autoridad para la Competencia y el Mercado. “En Italia, el asunto de las páginas web de intercambio de obras protegidas por derechos de autor no está legislado de modo expreso y por tanto los profesionales del sector se enfrentan a obstáculos no fácilmente identificables que se mueven más allá de los límites de la ley”, ha explicado el organismo.

Las Jornadas Profesionales de Cine, que se están celebrando actualmente en la localidad de Sorrento, han lanzado la alarma. La piratería es “un mal que crea un daño que puede ser irreversible”, dice Paolo Protti, presidente de Anec, la asociación de exhibidores. Según un estudio de Fapav-Ipsoa, el sonido de las obras cinematográficas es “robado” en los cines, mientras que las imágenes llegan del extranjero. La difusión es rapidísima: casi la mitad de las películas son pirateadas 24 horas después de su estreno y el 6% incluso antes.

Tarak Ben Ammar, que ha acudido a Sorrento para presentar los próximos estrenos de su compañía, Eagle Pictures, ha expresado su preocupación: “En Italia hace falta una ley como la elaborada por Sarkozy en Francia, aprobada recientemente (leer más). Todos juntos - distribuidores, productores, exhibidores – podemos pedir al gobierno italiano una ley como la francesa”.