My Flesh, My Blood, la sangre de un boxeador
por Dorota Hartwich
La combinación de brutalidad y poesía es la característica que mejor describe My Flesh My Blood (Moja krew), de Marcin Wrona, que llega hoy a las salas de la mano de Hagi Film y que puede considerarse como una de las películas más esperadas de los últimos tiempos en Polonia. Marcin Wrona ya consiguió hacerse un nombre en 2002 gracias a Magnet Man, una película que realizó siendo estudiante y que le hizo conseguir varios premios en festivales como Tribeca, Cracovia, Munich o Pescara.
El guión, obra del mismo Wrona junto a Marek Pruchniewski y Grażyna Trela y ganador del premio Hartley-Merril, narra la historia de un boxeador (Eryk Lubos) que se ve obligado a dejar su carrera tras sufrir un accidente en uno de sus combates. El protagonista reacciona de una manera brutal y, al no ser capaz de poner una distancia emocional a este golpe de suerte, acaba neutralizando su desesperación lanzándose a la vida nocturna y al sexo rápido. Sin embargo, pronto se dará cuenta de que su vida esta vacía y decidirá tener un hijo: ahora ha de encontrar a alguien que esté dispuesta a dárselo. Es entonces cuando Eryk Lubos conoce a Luu De Ly, una vietnamita que aunque a primera vista no parece más que una mujer joven e inocente, se convertirá en la razón por la que su vida y su percepción del mundo acabarán dando un giro radical.
Wojciech Zieliński, Marek Piotrowski, Krzysztof Kolberger, Joanna Pokojska, Monika Obara y Roma Gąsiorowska figuran también entre el reparto mientras que Paweł Flis se encarga de la fotografía. La película, producida por Łukasz Dzięcioł y Piotr Dzięcioł para Opus Film, ha contado con un presupuesto de un millón de euros (3.853.097 PLN), que incluye la coproducción de TVP y Canal + Polska, y la ayuda del Polish Film Institute (PISF).
(Traducción del francés)
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