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FORMACIÓN España

Jordi Balló: "Un máster en Barcelona para la realización de documentales"

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Un hombre sentado en una pequeña tienda del metro de Barcelona deja pasar el tiempo mientras observa distraído la gente que entra y sale por las puertas del subterráneo; un doctor camerunés practica de modo obstinado la medicina tradicional en una aldea, como reivindicación de la importancia de las curas que unan la sabiduría antigua con la ritualidad que el mundo contemporáneo ha perdido; una cámara sigue los millares de senderos de la música de Barcelona, un frenético recorrido de notas de música jazz, clásica o popular, entre exhaustivos ensayos y explosivos conciertos.

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Tres historias aparentemente distintas, tres documentales que parecen tener poco en común. Y sin embargo un hilo común las une a los otros seis documentales presentados como parte de la retrospectiva Signals del Festival de Rotterdam, una de las más interesantes del certamen holandés de este año. El ex-boxeador, de Victor Garcia, Dansa als esperits, de Ricardo Iscar, y B-Side, de Eva Villa, son las últimas tres producciones que han surgido del Máster en Documental de Creación de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, creado y dirigido por Jordi Balló.

Esta iniciativa, nacide en 1998, ha reunido a directores consagrados como José Luis Guerin y el fallecido Joaquín Jordà, autores que poco a poco se han ganado un espacio en el circuito de festivales, como Mercedes Álvarez e Isaki Lacuesta, y jóvenes debutantes que han aprendido gracias al máster directamente de sus maestros no sólo los aspectos teóricos, sino también el lado práctico de un género cinematográfico que no deja de cambiar sus reglas.

“El máster”, ha explicado Balló, “está dividido en fases y no tiene como único objetivo la realización de una película. Durante dos años, los treinta estudiantes que siguen el curso reciben las lecciones de los directores que aceptan impartir clases (entre ellos por ejemplo un maestro de excepción como Frederick Wiseman). La idea es ofrecer una sólida formación profesional y relacionar a los jóvenes no sólo con los profesores sino también entre ellos, proporcionándoles un constante intercambio de información y conocimiento. En la segunda fase se comienza a estudiar un proyecto personal. Se aprende a desarrollar una idea. Sólo a partir de la tercera fase se seleccionan tres proyectos, este año cuatro, que pueden ser también creados y posteriormente dirigidos por realizadores de fuera del máster. En cualquier caso, también la realización del documental forman parte de la formación, ya que algunos estudiantes trabajan en el equipo de la película”.

“El documental no es por tanto un examen en sí”, ha agregado Balló, “sino una obra auténtica cuyo objetivo es la distribución en cines y televisiones, donde la Universidad no pone el dinero ni participa directamente en su realización sino que ejerce un papel de mediación entre el proyecto y las productoras que participan de modo incondicional, conscientes del prestigio del máster".

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