12/02/2010

¿Cómo se puede describir la frustración y el malestar de toda generación que se oye repetir una y otra vez que tiene “toda la vida por delante” pero que tiene siempre que esperar al destino o la sociedad? El debutante Alessandro Aronadio, licenciado en psicología con una tesis sobre el doble en el cine de Cronenberg, lo hace inventando para su protagonista, Matteo, una singular revisión de Dos vidas en un instante (“Dos vidas por casualidad”).

El joven, encarnado por Lorenzo Balducci, está acompañando al hospital a su mejor amigo, que se acaba de cortar un dedo en el pub “Aspettando Godard” (no terminan aquí las referencias a la Nouvelle Vague, se reproduce el final de Los 400 golpes). Por culpa del asfalto resbaladizo, Matteo choca con el coche de dos policías de paisano, que no se la toman muy bien precisamente y les golpean y les apuntan con una pistola. El abogado, interpretado por el periodista y guionista Andrea Purgatori, les aconseja que no les denuncien, ya que la policía “cerraría filas”. Así, crece en este joven “bien”, que mientras tanto ha empezado a salir con la camarera más guapa del bar, encarnada por Isabella Ragonese, una fuerte rabia encendida además por el ambiguo Ivan (Ivan Franek), un personaje turbio conocido en la comisaria.

¿Y si Matteo hubiera frenado a tiempo? Ni rastro de accidente, la vida de todos los días, el mal remunerado trabajo de siempre en un vivero, el encuentro con una chica de buena familia (Sarah Felberbaum). La decisión de convertirse en carabiniere, “para que hagas algo”, le dice el padre, que ve en los ojos la tendencia a “seguir tirando” que ha evitado siempre.

Cada vez hay menos espacio para las decisiones, parece decir Aronadio. “Es el destino, la sociedad, la casualidad, las que terminan por decidir”, ha explicado el realizador. Matteo tendrá realmente Dos vidas por casualidad [+lee también:
tráiler
ficha de la película], destinadas a entrelazarse en un epílogo que recuerda hechos recientes sucedidos en Italia (aunque lejos de caer en el sensacionalismo), en los momentos en los cuales, como en las calles de Génova durante el G8 o en un bar de carretera, la víctima y su agresor se miran a los ojos y se reconocen, “exactamente el mismo humor, pero con un uniforme distinto”.

Due vite per caso, una producción de Anna y Sauro Falchi para A Movie Productions, será estrenada en Italia en abril, de la mano de Lucky Red.

(Traducción del italiano)