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BERLINALE 2010 Competición

En Hunter, todos los gatos (iranís) son pardos

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La inteligente película iraní Hunter [+lee también:
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, de Rafi Pitts, coproducida por ZDF/Arte con el apoyo de Medienboard Berlin-Brandebourg, el FFA y el World Cinema Fun de la Berlinale, ha sido presentada en la Sección Oficial en competición de la 60ª edición del Festival de Berlín. Ésta es una película contra la violencia arbitraria basada en la idea de que es imposible saber quién es en realidad aquel al que queremos abatir, aquel cuyas intenciones no llegamos a conocer hasta el final de un relato contado sin rodeos.

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Al principio, la película parece girar en torno a las divisiones binarias: trabajo de noche y trabajo de día (la única alternativa de Ali [Rafi Pitts], el oscuro héroe del filme, después de haber estado en la cárcel); el guirigay ensordecedor de la ciudad y el silencio del bosque en el que Ali acorrala a su presa fusil en mano; policía y manifestantes (la película se desarrolla durante las últimas elecciones, aunque el rodaje se finalizó antes de que los motines se torcieran). La historia da un giro cuando Ali se entera de que su mujer (Mitra Hajjar) y su hija han muerto en un fuego cruzado cuyos responsables aun se desconocen y la noticia le llega a través de un agente de policía que representa a una burocracia con más preguntas que respuestas (la elección de un director que define así su profesión, basándose en la convicción de que todo el mundo tiene derecho a dar su interpretación y a dejar por tanto algunos elementos sin explicar).

Una vez se ha descompuesto esta binariedad, Ali es como una "bomba de efecto retardado" inmerso en una situación kafkiana universal según Pitts (a pesar de la especial importancia que tiene la intención de un director iraní). Es entonces cuando Ali coge sus aparejos de tirador profesional y decide vengarse de los policías, un propósito que no llega muy lejos, pues será detenido en seguida. Los dos agentes que le han detenido (uno corrupto y otro más humano, pues se alistó sin convicción alguna) se pierden en el bosque en el que le han detenido y empiezan a pelearse violentamente bajo la lluvia torrencial. El policía "bueno" ofrece entonces a Ali la posibilidad de matar a otro policía y deshacerse así de su compañero, una situación cuyo desenlace nos hace ver que al no saber quién es esa persona, incluso cuando creemos apuntar a nuestra víctima con la precisión de un francotirador, al final acabamos cometiendo un acto totalmente arbitrario.

Cabe destacar la bonita intención del filme (que no se basa en el desarrollo conceptual sino en el relato), los distintos niveles de lectura y referencias, la estructura compleja a pesar de las apariencias diáfanas. Pitts nos ofrece con este trabajo un cine de autor erudito, humano y llevado con maestría.

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(Traducción del francés)

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