05/03/2010

La agrupación de productores PROA enciende el debate sobre la sustancial reducción de la obligación de las televisiones de invertir en cine prevista por el anteproyecto de la Ley General de la Comunicación Audiovisual, cuya aprobación se encuentra en su fase final, al afirmar que el nuevo texto “vulnera los derechos de los productores independientes y la propia norma europea”.

Hasta el momento, esta obligación, que tiene enfrentados desde su implantación en 1999 a las televisiones privadas con los productores, establecía que las primeras tenían que invertir el 5% de los ingresos del curso anterior en obras cinematográficas. La novedad del anteproyecto, que actualmente está en manos del Senado y que el Gobierno quiere que entre en vigor antes del apagón analógico del 3 de abril, reside en la inclusión de las series de ficción como parte de dicha cuota, si bien no puede superar el 40% del total.

En resumidas cuentas, el nuevo texto rebaja la cuota destinada al cine al 3%, ya que resulta difícil pensar que las televisiones invertirán en cine en lugar que en las mucho más rentables series (prueba de ello es que producen estas últimas sin que nadie les obligue). Según PROA, la inclusión de las series, que “tienen de entrada su financiación y oportunidades de difusión asegurados", es "una triste excepción a favor de los intereses de las televisiones”. Además, recuerda que países como Francia, Italia, Alemania, Holanda, Bélgica o Suecia excluyen a las series de la cuota de inversión de las televisiones.

En la misma línea se sitúa Pedro Pérez, presidente de FAPAE, la principal federación de asociaciones de productores de España, que comentó hace unas semanas a Cineuropa que es “lógico que las televisiones privadas, que ocupan el 100% de los ingresos publicitarios desde que RTVE cesó de emitir publicidad en enero, tengan un compromiso de reinversión en favor de una industria autóctona”.