LOCARNO 2010 Competición / Bélgica-Polonia

Una madre coraje en las estepas soviéticas

por Gabriele Barcaro

En el que es su primer largometraje el director prefiere, no obstante, seguir un camino menos complejo; así, tras el idilio familiar de los primeros minutos, los soldados del Ejército Rojo irrumpen en la casa de Nina (Agnieszka Grochowska, Shooting Star en el 2007, que interpreta a una «madre coraje» dulce y tenaz), una mujer joven casada con un oficial del ejército polaco. Estamos en el 1939; Rusia ha invadido su país y Nina se encuentra sola con su hijo de pocos meses. «Vístase», le ordenan con el fusil en mano; luego la llevan a las estepas de Asia central y la deportan a un sovkhoz soviético junto al recién nacido.

Después vienen los trabajos forzados, la incertidumbre en torno al destino del marido, los cómitres de la policía política, la solidaridad femenina, la disentería del pequeño, los saltos mortales para evitar lo peor, un viaje esperanzador al hospital más cercano para buscar medicinas («aquí quien enferma ya puede esperar una muerte temprana», le dice una enfermera). A su alrededor, los paisajes majestuosos (fotografía de Ruben Impens) de Kazajstán; en su interior, la atracción por un apuesto nómada a caballo que le demostrará que no todo es hostil en esa tierra de frontera y confinamiento.

Ingredientes, en fin, poco innovadores pero que la protagonista endereza con habilidad: por último, un final inesperado con el reencuentro de la pareja (así sucedió realmente a los abuelos de la directora), lejos tanto de Polonia como de la estepa, y un tiempo para volver a empezar una nueva vida y reanudar los recuerdos. La película se abriría en ese punto a horizontes menos explorados: qué pena que acabase.

(Traducción del italiano)