10/09/2010

Walter Stokman comenzó a trabajar en la historia de un experto forense de Nápoles para el documental Scena del Crimine, que ha sido presentado en las Jornadas de los Autores de Venecia. Sin embargo, cuando llegó a Nápoles, vio una ciudad repleta de historias que contar. Las que eligió están de alguna manera vinculadas a los bajos fondos de la ciudad italiana, aunque por fortuna exentas de clichés y, lo que es aún más sorprendente, sin mencionar ni una sola vez la palabra “camorra”.

Scena del Crimine se divide en siete escenas o capítulos ambientados en un centro de detención juvenil; una mujer de mediana edad cuyos hijos tienen problemas con las drogas y la ley; imágenes de cámaras de seguridad de un atraco; el mencionado juez de instrucción y la Academia militar de la Nunzietella.

El aspecto es muy cuidado, con una austera fotografía que evita el efecto postal. Stokman demuestra tener una sensibilidad inusual para un extranjero a la hora de retratar esta enigmática y mítica ciudad sin un exceso de lirismo ni glorificar a los pequeños delincuentes con quien hablaba. Incluso proporciona un lúdico y panorámico paseo en moto por los callejones de la ciudad. La banda sonora mezcla canciones napolitanas y minimalistas composiciones de piano cercanas a Philip Glass.

Lo que emerge son las pequeñas historias de gente que trata de sobrevivir en una ciudad como cualquier otra, donde los pobres tienen pocas opciones. Como Muaro en la escena 6, un hombre bajo arresto domiciliario, que dice: “He robado para dar sentido a mi vida, para sentirla. Estás muerto si no das significado a tu vida”.

Scene del Crimine ha sido producida con un presupuesto de 300.000 euros por Frank van den Engel para Zeppers Film & TV, con la participación de la televisión holandesa VPRO. Será distribuida en los cines el año que viene en Holanda. Su agente de ventas internacionales es Wide Management.

(Traducción del inglés)