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FESTIVAL DE ROMA Competición / Italia-Suiza

La scuola è finita, dice Valerio Jalongo

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El título de la nueva película de Valerio Jalongo, la primera italiana de los 4 candidatos del festival de Roma, permite una doble lectura literal y metafórica: ¿«la escuela se ha acabado» [traducción literal del título de la película La scuola è finita [+lee también:
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] debido a las vacaciones de verano o a que la educación pública tiene los días contados?

Daria Quarenghi y Aldo Talarico (interpretados respectivamente por Valeria Golino y Vincenzo Amato, reunidos ocho años después de Respiro [+lee también:
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) están a punto de divorciarse. Ambos son profesores en un Instituto de ciencias, lo opuesto a las escuelas que describen Moccia y Muccino: el instituto Pestolazzi, como el pedagogo que dijo que «la enseñanza no vale nada si quita la alegría». Y alegría, en aquellos pasillos, no hay mucha: dice Jalongo, que en la vida real enseña en el Rosellini, que en los pupitres «reina un aburrimiento metafísico, total». Todo lo contrario de la vitalidad que estalla después de la sirena, cuando los estudiantes comienzan agarran las guitarras y empiezan a cantar. Eso hace Alex (Fulvio Forti), estudiante con fama –bastante merecida– de traficante, favorito entre los compañeros y pesadilla de los profesores. De todos excepto de Daria, que mantiene abierto el Centro de ayuda escolar solamente para él, y de Aldo, quien descubre su talento de compositor y guitarrista.

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Daria y Aldo no son dos profesores modelos. Ella es idealista e ingenua, él se siente frustrado como músico y profesor. Vienen a la mente los versos de Montale: «No se esconde fuera / del mundo quien lo salva y no lo sabe. / Es uno como nosotros, y no mejor». Para ellos, Alex supone el reto que les permita dar un sentido a sus vidas; para «salvar el mundo» –y salvarse a sí mismos– sin saberlo.

«No realicé esta película para arreglar las cuentas con el mundo», dice Jalongo, que durante toda la película consigue evitar los sociologismos fáciles permaneciendo al lado de su joven héroe, sentando cátedra y resbalando en el panfleto contra la política de represión (Aldo es suspendido por haber participado en una okupación y por consumir drogas con Alex) y el circo mediático (que hace que la madre del alumno, Antonella Ponziani, acuse a Daria de haberse comportado de forma ilícita con su hijo). Los dos profesores «más humanos» del instituto ya no tienen, en definitiva, su lugar en el sistema. Para ellos, la escuela se ha acabado de verdad.

La película, que se organiza en seis capítulos (“En el vacío”, “Un camino”, “Miedo”, “Con los ojos cerrados”, “La estrella y el monstruo”, “Fuera de las aulas”) bajo la batuta de Francesco Sàrcina; fue escrita por Jalongo y Francesca Marciano junto con otros dos autores muy conocidos: Daniele Luchetti (La scuola) y Alfredo Covelli (autor de la serie de televisión I liceali).

La cinta es una coproducción entre Ameuropa (Italia) y Amka Films (Suiza), en colaboración con Frame By Frame , Rai Cinema,la radio-television suiza RSI y SRG SSR idée suisse. Bolero Film estrenará La scuola è finita en las salas italianas el 12 de noviembre. Las ventas internacionales están en manos de Adriana Chiesa.

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(Traducción del italiano)

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