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GENTE Italia

El cine se despide de Dino De Laurentiis

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Ha producido auténticos clásicos del cine, de La strada, de Federico Fellini, a Hannibal, de Ridley Scott. Dino De Laurentiis, nacido en la localidad napolitana de Torre Annunziata en 1919 y ciudadano estadounidense desde 1986, ha fallecido en su domicilio en Los Ángeles, donde desde hace dos semanas su estado físico había empeorado.

Durante sus sesenta años de carrera, ha realizado aproximadamente 500 películas. Entre ellas se encuentran algunos de los principales trabajos del cine italiano, como Arroz amargo (1948), de Giuseppe De Santis, Napoli milionaria (1950), de Eduardo De Filippo, Dov'é la libertà? (1954), de Roberto Rossellini, Miseria y nobleza (1954), de Mario Mattoli, o La gran guerra (1959), de Mario Monicelli, con Alberto Sordi e Vittorio Gassman, León de Oro en Venezia. Nel 1948 produce con Carlo Ponti la primera película italiana en color, Totò a colori (1952), dirigida por Steno. Con Federico Fellini llegan posteriormente La strada y Las noches de Cabiria, que le valieron sendos Oscar a la mejor película en lengua no inglesa. Además, ha producidos grandes éxitos en EE.UU., como Los tres días de cóndor, de Sidney Lumet, El justiciero de la ciudad, de Michael Winner (1974), Serpico, el remake de King Kong (1976), de John Guillermin, o Manhattan Sur, de Michael Cimino.

En 2001 ha recogido el premio Irving Thalberg por el conjunto de su carrera, uniéndose a un muy selecto grupo compuesto por autores como David O. Selznick, Samuel Goldwyn, Darrell F. Zanuck, Cecil B. DeMille, Alfred Hitchcock, Ingmar Bergman, Billy Wilder o Clint Eastwood.

Durante la presentación de la 28ª edición del Festival de Turín, su director artístico, el realizador Gianni Amelio, ha declarado a Cineuropa que “se ha ido un grande del cine. Ha sido el productor italiano más importante, para bien o para mal. Ha llevado el cine italiano a Hollywood, gracias a películas como Guerra y paz. Para algunos ha sido el principio del final, mientras que para otros ha significado la apertura al mercado más grande del mundo”. Amelio ha hablado de sus dos encuentros con el productor, en ocasión de sus sendas candidaturas al premio Oscar. “Era muy escrupuloso en su trabajo, hasta el más mínimo detalle. Mario Monicelli me ha contado que durante el rodaje de La gran guerra se presentada todos los días en el plató y le daba más medios de los necesarios. Admitió incluso haberse equivocado alguna vez, como cuando no hizo La dolce vita porque quería que Fellini la rodase en inglés y con un actor americano”.

(Traducción del italiano)

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