16/11/2010

A pesar del título, bien claro en su significado «esotérico» para los lectores de J.K. Rowling, el nuevo Harry Potter emplea unos 120 minutos (de los 146 de metraje) para revelar al espectador qué son 'las reliquias de la muerte': luego, ni media hora después de haber explicado el secreto, la película acaba, dando pie a la segunda parte del díptico. En efecto, para duplicar los ingresos de taquilla, la Warner Bros. ha decidido duplicar también el episodio final, con el riesgo, no obstante, de amplificar «el efecto frustración» propio de cualquier saga.

¿Cómo «leer», por tanto –cinematográficamente hablando–, esta Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte I [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de David Yates? La impresión es que se trata de la segunda «secuencia de enlace más larga de la historia del cine» (robemos la definición al crítico Paolo Mereghetti, que empleó el término para la más bien fluvial El señor de los anillos: las dos torres).

Si, en cambio, el ciclo tolkieniano se ceñía a una trilogía, el de los magos y muggles se cerrará el próximo mes de julio tras 8 entregas. Demasiado, especialmente para el público menos «devoto», sobre todo si se tiene en cuenta que en este (pen)último capítulo la suerte de la película –más allá de la lucha del Bien contra el malvado Voldemort ( Ralph Fiennes)– no están nada más que Harry (Daniel Radcliffe), Ron Weasley (Rupert Grint) y Hermione Granger (Emma Watson). Desaparecidos –o casi– los coprotagonistas de lujo que motivaron la fortuna de las predecesoras (pocas tomas para Brendan Gleeson e Imelda Staunton), poco queda de la coralidad que consiguió llevar anteriormente a las salas a los espectadores menos inclinados hacia el género fantástico.

Menos mal que, a veces, la película se reencuentra con la «magia» de sus principios (la leyenda de las reliquias de la muerte es contada en una larga secuencia que parece homenajear la animación de las siluetas de Lotte Reineger y Michel Ocelot). Más persistente es, sin embargo, la sensación de encontrarse frente a una saga destinada sobre todo a los adeptos, que son numerosísimos si nos atenemos a un sondeo de IMDB entre usuarios y visitantes que dio como resultado que esta séptima entrega es la segunda película más esperada de 2010, precedida solamente por Alicia en el país de las maravillas, de Tim Burton.

Producida por la británica Heyday Films con Warner Bros. Pictures, Harry Potter y las reliquias de la muerte se estrena entre el 17 y el 19 de noviembre en todo el mundo, de la mano, en casi todos los territorios, de Warner.

(Traducción del italiano)