19/11/2010

Las cosas se aceleran en el candente tema de la digitalización de las salas de cine suizas. A petición del consejero federal Didier Burkhalter, la Sección del cine de la Oficina federal de la cultura (OFC) anunció que presentará dentro de algunas semanas al Ministerio del interior un proyecto destinado a apoyar la diversidad de la oferta cinematográfica en el territorio suizo. Esta ayuda debería permitir a los exhibidores que cumplen con los criterios de programación establecidos por los expertos de la Sección del cine reunir hasta un 50% de las inversiones necesarias para la adquisición de proyectores digitales y servidores para su(s) sala(s).

Si Didier Burkhalter ratifica este programa de apoyo, quedarán dos problemas espinosos por resolver. El primero se refiere a la financiación de la ayuda prevista. Si el Parlamento suizo se negara a conceder un crédito extraordinario a la OFC, Laurent Steiert, el jefe interino de la Sección del cine, probablemente no tendrá otra opción que contribuir al presupuesto del proyecto de apoyo a la diversidad con una parte de los créditos ordinarios asignados al cine, lo que podría causar fuertes tensiones en la profesión.

La segunda dificultad se refiere al 50% restante de la inversión que las salas deben realizar para su digitalización. Varios exhibidores podrían no llegar a reunir esta cantidad. Conscientes del peligro de empobrecimiento cultural que el cierre de algunos cines podría generar, sobre todo en las pequeñas ciudades, cada vez más voces piden que los cantones o las regiones creen a su vez programas de apoyo –como ya fue el caso en el Jura bernés, que representa un ejemplo en la materia–. Aunque cada cantón sigue siendo soberano en cuanto a la política cultural, cabe la posibilidad de que surjan importantes desigualdades respecto a la manera en que cada uno de los territorios resolverá el problema.

(Traducción del francés)