24/11/2010

Al cierre de su conferencia anual organizada en París del 18 al 21 de noviembre, la red de salas Europa Cinemas presentó un balance contradictorio de los debates (leer el artículo y la entrevista al economista Olivier Bomsel). Los debates se centraron en la digitalización, las nuevas prácticas de los espectadores y la diversificación de las actividades de las salas (en particular dirigidas a la generación Internet), y sacaron a la luz no solo una multitud de iniciativas de las exhibidores de cine en el ámbito de los medios de comunicación social, sino también varias inquietudes en el sector independiente.

Según Europa Cinemas, “la crisis económica se traduce en varios países de Europa en importantes recortes en los presupuestos culturales y audiovisuales. Esta situación supone una amenaza para las salas que corren riesgos en su programación. Más grave aún es la posición de las exhibidoras independientes que, en numerosos pequeños mercados, no obtienen ni contribución digital de parte de los distribuidores, ni apoyo público. Obviamente, estas salas no tendrán los medios para enfrentarse a la transición y cerrarán sus puertas, debilitando aún más la difusión del cine europeo”. Se estiman que entre 5000 y 6000 salas en Europa se encontrarían en ese caso.

Los participantes también mostraron su interés por la coyuntura de Francia, donde una ley rige el mercado y el Centre National du Cinéma et de l’image animée (CNC) aplicó un mecanismo corrector de las desigualdades de acceso al pago por copia virtual o VPF (Virtual Print Fee). “Ningún otro país hasta ahora dispone de un dispositivo similar”, resalta el comunicado final.

Por último, cabe destacar que los Premios Europas Cinemas de 2010 fueron a parar al Skalvijos Kino Centras (Vilnius-Lituania) en la categoría de Mejor programación, al Kinodvor (Liubliana - Eslovenia) por la Mejor acción de Público Joven y al Watershed (Bristol – Reino-Unido) como Mejor empresario.

(Traducción del francés)