28/10/2002

Rodó su última película hace 33 años, pero el director noruego de 89 años Arne Skouen no ha perdido interés por el mundo del cine. En una entrevista publicada por el diario Aftenposten, Skouen expresa su gratitud y orgullo por haberlo elegido el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York para abrir un festival de clásicos de la historia del cine con su Ni liv (Nueva vida).
La película se proyectó la semana pasada, pero el anciano director no pudo presenciar el evento por los compromisos que tenía con otros festivales internacionales, que incluyeron en sus programaciones alguno de los 17 títulos que ha realizado en los veinte años de carrera profesional. En los primeros meses de este año Skouen inauguró precisamente en Nueva York la muestra “Scandinavian Beauties” (Bellezas escandinavas) con una nueva versión de su obra más famosa, An-Magritt, y, después de haber sido huésped de honor del Teatro Nacional de Cine de Londres, partió hacia el festival cinematográfico de Cuba.
La mayor parte de sus películas se proyectarán en una muestra programada también en el MOMA; París acogerá en breve una selección de sus obras.