28/10/2002

Había una vez una Nouvelle Vague francesa. Pero, ¿qué era: una escuela o una revolución? ¿Hubo una estética de la Nouvelle Vague? ¿Hasta qué punto Godard, Rohmer, Chabrol, Truffaut y colegas influyeron realmente en el cine mundial? Cuarenta y cinco años después, las preguntas sobre uno de los fenómenos culturales más divulgados y exaltados por los medios del siglo XX son aún numerosas; buscarán una respuesta en el 17ª edición de France Cinéma, en Florencia del 4 al 10 del noviembre.
La muestra de cine francés prevé este año una panorámica de las mejores películas del momento actual, tres preestrenos mundiales y una retrospectiva dedicada a la Nouvelle Vague. Entre las novedades hay que resaltar Rachida de Yamina Bachir, René de Alain Cavalier, Intervention divine de Elia Suleiman, And now... ladies and gentlemen de Claude Lelouch y los estrenos La femme de ménage de Claude Berri, 24 heures de la vie d’une femme de Laurent Bouhnik con Agnés Jaoui y Lettre d’une inconnue de Jacques Deray con Irene Jacob.
En la retrospectiva Nouvelle Vague 45 años después se proyectarán 15 clásicos del período 1959-1963, entre ellos Les bonnes femmes de Claude Chabrol en edición íntegra, así como diez cortometrajes raros o inéditos.
En los debates participarán protagonistas de la época de la Nouvelle Vague y cineastas italianos: Claude Chabrol, Anna Karina, Claude Berri, Mario Monicelli, Liliana Cavani, Giuseppe Piccioni y Silvio Soldini, que analizarán el mito. “La Nouvelle Vague no representó a todo el cine francés”, puntualiza Aldo Tassone, director de France Cinéma, que ha entrevistado sobre el tema a 45 cineastas, obteniendo algunos juicios bastante provocadores. “Todos los interpelados han quitado importancia al fenómeno, hablando que hubo una apertura de aire fresco, una revolución en la producción y en las técnicas de rodaje, pero no una revolución estética”.

(Traducción del italiano)