31/10/2002 - El festival de Turín festeja su 20ª edición con muchas películas contemporáneas y algunas incursiones en el pasado de autor

Fiesta para los cinéfilos. El Festival Cinema Giovani de Turín celebra su 20º aniversario recuperando al ‘filosofía’ de los cine-clubes de hace treinta años en los que las películas eran textos para discutir y para inspirarse. No sin divertirse, naturalmente, porque, como dice su director Stefano della Casa “el cine nace como espectáculo, esto es, diversión, como algo que va más allá de la jaula en la que la cultura contemporánea lo tiene encerrado, más allá de la simple carcajada y en el marco de una verdadera categoría del ánimo”.
El de este año será un festival muy amplio. Del 7 al 15 de noviembre 1150 proyecciones distribuidas en trece secciones, de las que cinco están dedicadas a cortos y largometrajes en concurso, cuatro a grandes directores del pasado y del presente, tres a las grandes cinematografías de Europa, Japón e Italia, y una al panorama cinematográfico contemporáneo, con incursiones en el cine clásico como la proyección de la copia restaurada por la (Scuola Nazionale del Cinema de Non si sevicia un paperino de Lucio Fulci.
A celebrarse en el moderno Multiplex Pathé Lingotto, tras haber estado años en las salas del centro de la ciudad, el festival presentará una amplia cartelera de la producción europea. Además de Bent Keltoum de Mehdi Charef (Francia/Túnez), Bungalow de Ulrich Köhler (Alemania), Piovono mucche de Luca Vendruscolo (Italia), Le jour où je n’existe pas de Jean-Charles Fitoussi (Francia), This is not a love song de Bille Eltringham (Reino Unido), Hukkle de Giörgy Pàlfi (Hungría) y Eccomi qua de Giacomo Ciarrapico (Italia), en la sección oficial a concurso, habrá un ciclo llamado Horizonte Europa dedicado a las novedades y a las últimas tendencias más significativas de la cinematografía europea del último año, un ciclo de documentales de ayer y hoy (Docs en Europa) y uno de cine de terror (Otra Europa).
La edición de este año del festival turinés dedica tres retrospectivas completas a tres monstruos sagrados de la cinematografía internacional: John Milius, cineasta poco conocido por la crítica, coautor con Coppola de Apocalyipse Now y autor de películas como Dillinger y Un miércoles de leones; Julio Bressane, cineasta brasileño refinado e inquieto cuya obra (35 películas de las cuales 3 se han perdido irremediablemente) es todavía poco conocida en Europa; Gianni Amico, gran promotor cultural y director de películas como Le mani svelte, Giovanni, donne, fabbrica, Io con te non ci sto più y Paola, y, por último, John Ford, cuyas películas son bien conocidas por el público pero están ausentes de la gran pantalla desde hace más de veinte años.