29/11/2002

Después de Francia en marzo de 2000, el gigante de las salas UGC ha inaugurado el 28 de noviembre en Bélgica un abono anual con el que ofrece acceso ilimitado a sus salas.
Por un total de 14,90 euros al mes, este abono ilimitado permite a los espectadores ver cuantas películas quiera en un año de los 300 pases diarios en 56 pantallas del grupo francés UGC en Bélgica: en Bruselas, Lovaina la Nueva y Amberes. El director de UGC Bélgica, André Harvie, ha precisado que a partir del próximo 1 de febrero 2003, será necesario pagar 30 euros más en concepto de inscripción.
En Francia, Gaumont y MK2 imitaron de inmediato el abono UGC originando una polémica entre los exhibidores independientes que denunciaban competencia desleal. Un estudio realizado a finales de 2001 reveló que estos abonos cumplían un papel limitado en el mundo de la asistencia al cine, a pesar de que a finales de octubre el Ministerio de Cultura y Comunicaciones promulgó un nuevo proyecto de ley para reglamentar su uso.
En Bélgica, la creación del abono UGC ha sorprendido a los profesionales del sector. Las salas independientes han solicitado al gobierno que “les ayude a sostener el cine de autor frente a los grandes grupos que han conquistado una indiscutible supremacía en el mundo cinematográfico belga”. Por su parte, el ministro de Economía, Charles Piqué, ha manifestado su consternación porque este tipo de abono se haya introducido al mercado sin concertación alguna y ha anunciado que analizará lo antes posible la legalidad de la operación en términos de derechos de comercio con vistas a proteger a los exhibidores y distribuidores de menor tamaño.

(Traducción del francés)