14/12/2010

Con la economía nacional inmersa en una profunda crisis económica, el cine griego está recibiendo más ayudas que nunca en forma de coproducción desde fuera de sus fronteras. Por ejemplo, Maria Drandaki, productora de dos títulos presentados en Venecia, Homeland [+lee también:
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ficha de la película], de Syllas Tzoumerkas, y el corto Casus Belli, de Giorgos Zois, fue recibida con un inesperado interés cuando presentó sus nuevos proyectos en el mercado del recién clausurado Festival de Salónica (TIFF).

“Tzoumerkas está desarrollando una road movie y Zois está trabajando en una comedia dramática conceptual. Aunque aún no habíamos solicitado ningún encuentro, ya que estamos en una fase muy temprana, tenía la agenda completa”, ha dicho Drandaki a Cineuropa. “El interés en las posibilidades de coproducción en Grecia ha aumentado mucho”.

Alexis Alexiou, que con su ópera prima, Tale 52, presentada en Rotterdam, fue uno de los pioneros de la nueva generación de cineastas que salen de Grecia para armar sus proyectos, confirma esta tesis: “Tras años de indiferencia y recelo, los agentes de ventas y los coproductores empiezan a fijarse en el renacimiento del cine griego”.

Alexiou está actualmente trabajando en una historia de gángsters ambientada en la actualidad que será coproducida por Twenty Twenty Vision, con sede en Alemania aunque dirigida por Thanasis Karathanos. Se ha dado cuenta de que, “tras el éxito de Canino [+lee también:
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entrevista: Yorgos Lanthimos
ficha de la película], el cine griego se ha convertido en una especie de moda, que puede ser muy útil si conseguimos aprovecharnos de ello”, aunque teme que “no logremos mantener el ritmo si la financiación pública no vuelve a fluir”.

Alexanda Boussiou está produciendo la tercera obra griega de Filippos Tsitos tras Plato’s Academy [+lee también:
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entrevista: Constantin Moriatis
entrevista: Filippos Tsitos
entrevista: Filippos Tsitos
ficha de la película] (finalista Premio LUX 2010 del Parlamento Europeo) con la empresa de Wim Wenders, Neue Road Movies. Titulada Smells Like Blood, gira en torno al primer asesinos en serie de Grecia. Según Boussiou, “el mayor reto reside convencer a los coproductores de que respetaremos nuestra parte del trato, algo no precisamente fácil con la actual situación económica del país”.

Mientras tanto, durante el certamen celebrado en Salónica, el ministro de Cultura Pavlos Yeroulanos ha anunciado que la nueva ley del cine será votada el lunes o el martes y se ha mostrado confiado de que será aprobada íntegramente. Si es así, representará un hito en la financiación pública del cine griego.

(Traducción del inglés)