26/10/2011

El pasado 14 de octubre Pancho Casal (Continental Producciones) anunció la creación de Wecoop. Bajo este nombre se encuentra una incipiente plataforma para desarrollar, producir y comercializar contenidos online. La filosofía de esta innovadora iniciativa gira en torno al concepto de crowdsourcing, que, en palabras de Casal, parte de la idea de que “hay gente que sabe cosas, pero la multitud sabe todas las cosas”. Aún en fase de desarrollo, se prevé que esté lista en sus funciones más importantes y pueda por tanto comenzar a operar en abril de 2012.

La plataforma, que se configura como una especie de comunidad online, está dirigida a productoras y profesionales independientes. A través de ella, podrán llevar a cabo todas las fases del proceso de realización de un producto audiovisual de una manera conjunta y concebir proyectos de carácter global con costes muy convenientes, imposibles de alcanzar para una sola productora.

“El sistema de producción audiovisual independiente es absolutamente insostenible. El modelo de negocio de las productoras independientes medianas y pequeñas ha dejado de ser viable”, explica Casal. El problema no es tanto la crisis económica, sino el agotamiento de un sistema. La solución que propone Wecoop pasa por la externalización radical del proceso. “El último año y medio, sobre todo en la animación, nos ha enseñado que la descentralización, basada en las relaciones a través de Internet, es algo absolutamente cotidiano y natural”, remacha.

Wecoop proporciona un espacio común en el que las productoras puedan desarrollar proyectos y contratar a profesionales para realizarlos, sin olvidar la distribución: “Nuestra intención es servir directamente a los clientes la compra online de la producción. Tendremos un sistema de transmisión de datos que permite el envío de información en HD en tiempo muy cortos”, dice Casal.

A pesar de que el concepto está perfectamente delineado, Wecoop es un proyecto aún en fase de definición. En lugar de ultimar todos los detalles de la plataforma, se ha optado por debatir su funcionamiento con la intención de dar con una estructura que permita la gestión automática del proceso productivo. “A partir de ahora no va a haber empresas grandes o pequeñas, sino rápidas o lentas”, subraya Casal. De esta manera se agilizarían los aspectos contractuales y normativos, sobre todo cuando hay coproductores de varios países. “Es necesario llegar a unos modelos genéricos de contratación, derechos y cesión de licencias que no incumplan ninguna legislación aunque no se adapten perfectamente a todas. El sistema tiene que ser rápido”, ha añadido.

Además, otras ventajas de este acercamiento de crowdsourcing son las posibilidades crossmedia (“Todos los productos pueden tener una prolongación transmedia. A veces no tenemos tiempo para pensar en esas posibilidades, así que nos conviene tener a gente que está metida en otras maneras de producir y otros tipos de contenido. Que de una idea salgan multitud de proyectos. De un storyboard puede salir un cómic. El concepto de hacer una película y luego un videojuego va a perder sentido. Desde el origen, también por necesidades de financiación, hay que pensar en ello”) y la facilidad para concebir proyectos globales, que serán resultado de una coproducción de todos los territorios interesados. Gracias a este sistema, “los proyectos serán más interesantes desde el punto de vista del contenido y más convenientes desde el económico”, apunta Casal, que agrega que se trata de “una forma de producir nuevos formatos basados principalmente en la mirada múltiple y el contraste, ya que partirían de una situación observada desde diferentes culturas”.