El cine italiano factura 6.000 millones de euros al año y atrae a los bancos
por Camillo De Marco
“El cine es un mercado importante. No es sólo una pasión irracional. Es un motor para el desarrollo y un modo excepcional de promover la imagen del país en el extranjero”. De esta manera, Giovanni Sabatini, director general de ABI (Asociación de Bancos de Italia), ha confirmado el interés cada vez mayor que la industria cinematográfica, con sus casi 6.000 euros de facturación anual, despierta en el mundo de las finanzas. De todo ello ha tratado el congreso "Bancos, Empresas y Cine" organizado por ABI, ANICA y Unindustria y celebrado esta mañana como parte de The Business Street, el mercado del Festival Internacional de Cine de Roma.
Estos datos, que hasta ahora no se habían difundido, han sido presentados por el secretario general de ANICA, Lamberto Mancini (leer PDF en italiano), que ha subrayado la solidez del sector, integrado por 6.120 empresas (según los datos de ISTAT en 2009), de las cuales el 50% se concentra en las regiones Lacio y Lombardia. En él trabajan 200.000 personas (por desgracia con un alto nivel de precariedad) y la facturación en 2008 fue de 5.700 millones de euros, de los cuales 3.200 se enmarcan en el ámbito de la producción. Es posible establecer una comparación con otros países europeos: Alemania factura 6.300 millones, mientras que el Reino Unido alcanza los 16.800 millones.
La inversión anual total de los sectores público y privado italianos en el cine supera los 300 millones de euros. La proporción de la financiación pública ha disminuido con el paso de los años, hasta el 12% de 2010. De aquí la importancia de las medidas fiscales de incentivo a la inversión privada, sobre todo las dirigidas a empresas ajenas al sector, que prevén un crédito sobre la imposición del 40%, siempre que la inversión total sea menor a la mitad del presupuesto total de la película (leer PDF en italiano).
Precisamente en los incentivos fiscales se concentra el interés de los bancos. “El desarrollo del tax credit externo es fundamental”, dice Sabatini, con el cual se ha mostrado de acuerdo el presidente de ANICA, Riccardo Tozzi: “El crédito sobre la imposición para empresas e institutos financieros que invierten en el cine sin formar parte de este sector es el núcleo de los incentivos fiscales de que se vale la industria cinematográfica”.
El presidente del Área de Cine del Ministerio de Cultura de Italia, Nicola Borrelli, se ha encargado de realizar un balance sobre el tax credit, herramienta que ha entrado en vigor en el país transalpino a mediados de 2009. “442 películas han solicitado su aplicación y han sido autorizados 75 millones de euros en forma de crédito sobre la imposición. Las producciones extranjeras han invertido 55 millones de euros. Los inversores extranjeros, de los cuales el 16% son bancos, que han aportado el 32% del total, han contribuido con 33 millones gracias a los incentivos fiscales”. Según Borrelli, este instrumento sigue siendo poco conocido fuera del sector y es por tanto necesario ampliar los incentivos a las empresas no cinematográficas.
(Traducción del italiano)
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