15/12/2011

En la adolescencia es una tentación bastante común coquetear con el peligro. Sin embargo, Donald, de 15 años de edad, protagonista de la producción mayoritaria alemana Death of a Superhero [+lee también:
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ficha de la película], tiene una razón más compleja para arriesga su vida esquivando un tren en el último momento o jugar al equilibrista al borde de un puente: tiene leucemia y sus posibilidades de salvarse son mínimas. El tercer largometraje del irlandés Ian Fitzgibbon, presentado en Toronto y proyectado ayer en competición en el Festival de Cine Europeo de Les Arcs, aborda con tino un tema melodramático muy clásico incluyendo en la ficción secuencias de animación agresivas, reflejos de la imaginación y dibujos de su joven protagonista torturado por la inminencia de la muerte. Las incursiones en el inconsciente dan a la película un carácter singular bajo la superficie bastante lisa de las temáticas ligadas a la adolescencia (la búsqueda del amor y el deseo, la escuela, los amigos, las fiestas, la soledad, los padres…) y a la enfermedad (los tratamientos, la esperanza y la desilusión de los allegados, las secciones iniciáticas a lo indomable Will Hunting con el psicólogo…).

El guión de Death of a Superhero, obra de Anthony McCarten, basado en su propia novela, narra cómo Donald intenta liberarse de sus tormentos a través del arte con un personaje de superhéroe acosado por el maquiavélico The Glove y por su asistenta, una enfermera que viste ropas de cuero eróticas. La omnipresencia del recuerdo de su enfermedad le causa pesadillas con cementerios y jeringas. En la realidad, el adolescente, que casi siempre lleva un gorro que esconde su calvicie, intenta salir adelante tanto dentro como fuera de la escuela. Sin embargo y a pesar del apoyo de sus padres, que esperan una mejoría, la idea del suicidio sobrevuela permanentemente ("no voy a morir como una anciana", "mamá, mírame, no tengo salvación"…) y debe aceptar un control terapéutico que va a desatar lentamente sus conflictos interiores (y con Andy Serkis, que encarna a su psicólogo). Porque Donald también es un adolescente como cualquier otro y querría salir por primera vez con una chica, un deseo aún más agudo visto que el círculo de su vida se reduce. Su acercamiento a la rebelde Shelly (Aisling Loftus) no será fácil teniendo en mente la imagen del reloj de arena roto.

Death of a Superhero es una producción de la alemana Bavaria (que se ocupa también de las ventas internacionales) y de la irlandesa Grand Pictures. La película se estrenará en 2012.

(Traducción del francés)