13/04/2012 - El cine rumano, sin embargo, sigue dando unos beneficios ínfimos.

Tanto la apertura de nuevas salas como el aumento de estrenos locales están cambiando el escenario de la taquilla rumana, que ha conseguido casi un 14% más de ingresos durante el primer trimestre de 2012 comparado con el mismo periodo del año anterior. Según los datos ofrecidos por los distribuidores locales, el número total de entradas vendidas durante las 13 primeras semanas del año (del 2 de enero al 1 de abril) ascendió a 1.923.136, mientras que en el mismo periodo de 2011 solo consiguieron vender 1.679.991.

Teniendo en cuenta que el leu rumano está por debajo del euro, el crecimiento de la taquilla ha sido mínimo: aunque el aumento de estrenos en 3D y la subida del precio de las entradas han conseguido un aumento del 14,35% en 2012, si convertimos las cifras a euros, el crecimiento ha sido tan solo de un 12,4% con respecto a 2011.

El rey de la taquilla rumana este 2012 es un pingüino que canta (o baila): Happy Feet 2, que se estrenó el 6 de enero y consiguió vender aproximadamente 30.000 entradas durante su primer fin de semana. Ahora mismo se trata del mejor estreno del año con 130.000 espectadores en salas, debido, probablemente, a un excelente doblaje que contó con las voces de conocidos cantantes y actores rumanos. Le siguen en taquilla Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa (con 111.591 entradas vendidas) y John Carter (con 88.267).

Las cosas no han ido tan bien para los estrenos del cine rumano: la número uno hasta ahora es la relativamente conocida (y poco aclamada por la crítica) Romania's Last Corrupt Man (foto). La continuación que Sergiu Nicolaescu hace de Poker ha conseguido vender 13.004 entradas. The Phantom Father, del director Lucian Georgescu, ha vendido 5.929, mientras que To Hell with the Transition, dirigida por Cristina Nichitus y subvencionada por el Centro Nacional de Cine, ha recibido la peor acogida del año, con tan solo 840 entradas vendidas.

(Traducción del inglés)