09/05/2012 - Este drama familiar austriaco ha sido presentado en Portugal como parte de la competición de IndieLisboa

La austriaca Still Life, presentada a concurso en la última edición del certamen IndieLisboa, es el debut en el largometraje de Sebastian Meise. Su estreno mundial tuvo lugar en septiembre en el Festival de San Sebastián. Como la también austriaca Michael [+lee también:
tráiler
ficha de la película], otra ópera prima, trata el tema de la pedofilia en su país, aunque este es el único punto en común entre ambas cintas.

En Still Life, Bernhard (Christoph Luser), el hijo adulto de Gerhard (Fritz Hoertenhuber), ve cómo su padre da unas instrucciones por escrito a una prostituta (Anja Plaschg). Sin pensarlo dos veces, sigue a la mujer, se presenta como un cliente y se hace con la nota del padre en cuanto puede. Lo que lee le resulta increíble, aunque no lo es para el público, ya que la película comienza con la lectura por una voz en off del contenido del mensaje. En definitiva, el padre pide a la prostituta que se comporte como una niña y que deje que la llame Lydia, el nombre de la hermana de Bernard (Daniela Golpashin), que ya no es una niña.

Inicialmente indeciso sobre qué hacer, Bernhard muestra la nota a su padre, que desaparece de repente, al igual que acto seguido su hermana y su madre (Roswitha Soukop), que no salen de su asombro. Aunque el tema de la película parece ser en principio la pedofilia (o, al menos, el deseo del Gerhard de ir en esa dirección), el guion, obra del director y Thomas Reider, dirige gradualmente su atención hacia el efecto nocivo que esta noticia tiene en una familia normal austriaca y hacia el interrogante de si alguien se había dado cuenta antes.

Esta producción de Freibeuter Film y Lotus Film ha recibido financiación del Instituto de Cine Austriaco, Filmfonds Wien, la televisión ORF, Land NÖ y Land STMK.

(Traducción del inglés)