El mundo del cine francés hace piña para defender su modelo en Bruselas
por Fabien Lemercier
- Los profesionales del sector cinematográfico y audiovisual francés firman un documento común a favor de la participación permanente de los proveedores de acceso a Internet en apoyo a los creadores
El impuesto sobre los servicios televisivos (TST, siglas de Taxe sur les Services de Télévision) aprobado en Francia con el objetivo de promover la creación artística es uno de los temas que debaten estos días las autoridades europeas. La participación de los distribuidores de las cadenas de televisión (CanalSat, Numéricable y los proveedores de acceso a internet, conocidos en Francia como FAI) en la financiación de la producción cinematográfica y audiovisual francesa ha llevado a las arcas del organismo que centraliza las ayudas al cine en Francia, el Centre National du Cinéma et de l’image animée (CNC), 332 millones de euros en 2011. En apoyo de la ministra de cultura gala, Aurélie Filipetti, en las negociaciones con la Comisión Europea, las entidades profesionales representativas del séptimo arte y del sector audiovisual en Francia (BLOC, BLIC, ARP, UPF, SPI, SACD, SPFA y USPA) han publicado conjuntamente una nota de prensa en la que se pronuncian a favor de un impuesto permanente que dependa del volumen de negocio de los proveedores de acceso a Internet.
“No se entendería que los FAI, en tanto que distribuidores de contenido audiovisual, no participaran en mayor medida en la financiación de la creación artística y la diversidad cultural. Tampoco resultaría comprensible que una parte de la Comisión desee enfrentarse al sistema más competitivo de Europa, del que se benefician obras tanto de Francia como del resto del continente”, se afirma en el comunicado.
Los profesionales del sector en Francia recuerdan que “este principio de participación estructurada en función de la acción pública ha sido la base para componer nuestro sistema de ahorro mutuo: todo exhibidor de obras cinematográficas y audiovisuales contribuye. Todas estas contribuciones se redistribuyen para apoyar la creación, la producción y la difusión de todas las películas y obras audiovisuales, dando cuenta de su diversidad. Hay que garantizar la acogida e integración de cada uno de los actores en un sistema eficiente fundado en la inversión permanente, sometido a prueba constantemente en cada ampliación de equipo, industria, capacidades y empleo al servicio de los territorios y las regiones de Europa. También ha dado resultados desde un punto de vista cultural gracias a la vínculo social que crea entre los ciudadanos franceses y europeos”.
Han firmado el texto la oficina de enlace de organizaciones de cine (que incluye a la asociación de productores de cine, a los distribuidores independientes, a la asociación de directores de cine, a la guilda francesa de guionistas, actores, autores, técnicos…), la oficina de enlace de la industria cinematográfica (que agrupa a los grandes grupos que componen la API, las salas de la FNCF, la federación de distribuidores de cine, la federación de industrias técnicas y el sindicato de montadores), la asociación que reúne a guionistas, directores y productores ARP, la unión de productores de cine, el sindicato de productores independientes, la asociación de autores y compositores dramáticos, el sindicato de productores de cine de animación y la unión sindical de la producción audiovisual.
(Traducción del francés)
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